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Constituir un banco mundial de aceites de oliva procedentes de olivos tanto locales como foráneos. En ello trabaja actualmente el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) Alameda del Obispo de Córdoba, que se encuentra inmerso en la caracterización de diferentes variedades de olivar. Así lo aseguraba el presidente del Ifapa, Jerónimo Pérez, en la apertura de la jornada “Descubre la Colección Mundial de Variedades de Olivo: fuente de diversidad, aromas y sabores”, que reunía a más de un centenar de profesionales del sector entre empresas, consejos reguladores y restauradores.
“Existe una gran diversidad de variedades para la producción de aceite de oliva virgen extra más allá de la Arbequina, Picual y Hojiblanca, que son las más cultivadas y conocidas actualmente en Andalucía, aseguraba Pérez Parra, que estaba acompañado del delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Francisco Zurera. Añadía que los trabajos de caracterización, conservación e identificación de diferentes variedades registradas en la actualidad “nos permitirán conocer mejor su potencial para la producción de aceites singulares, diferenciados y más apreciados por determinados sectores de consumidores”.
Estos trabajos son posibles gracias a la información que genera la Colección Mundial de Variedades de Olivo de Ifapa Alameda del Obispo, que permite la selección de variedades a incluir en los distintos ensayos comparativos de variedades y patrones que se establecen en España y principalmente en Andalucía, para los programas de mejora genética españoles y para los primeros estudios de genómica de olivo, ha añadido.
Pérez Parra concluía que gracias a esta colección mundial que alberga el instituto, de gran valía para el sector, se provee de material vegetal a multitud de proyectos de investigación y transferencia tanto dentro del Ifapa como para diferentes entidades como universidades y empresas. Durante el encuentro, los asistentes han podido degustar aceites monovarietales de distintas zonas de la cuenca mediterránea, concretamente de 13 países, entre ellos Líbano, Turquía, Siria, Israel, Francia, Albania o Portugal, con el fin de comprobar la gran variabilidad en aromas, sabores y perfiles organolépticos que ofrecen.
Por último, se ha celebrado una cata dirigida de cuatro aceites de oliva virgen extra: dos variedades españolas en la categoría de frutado verde (Amargoso, de Grazalema y Manzanilla Cacereña) y dos foráneas; una en la categoría frutado verde intenso (Ayrouni, de El Líbano) y otra de un frutado maduro (Chemlal de Kabylie, de Argelia).
Cabe recordar que en el Banco Mundial de Germoplasma del Olivo es una colección donde se conservan actualmente alrededor de 885 variedades de olivo de 23 países, y cada una de ellas posee unas determinadas características entre las que se encuentran una gran gama de perfiles organolépticos que pueden brindar nuevas posibilidades para los Aceites de Oliva Virgen Extra de calidad.