Revista
Fieles a su compromiso con la sostenibilidad y el cuidado al medio ambiente, Castillo de Canena ha vuelto a reducir su huella de carbono, en este caso un 3,3% que se une al 30% que ya había reducido hasta el año pasado.
En 2001 la empresa auditora Det Norske Veritas (DNV) certificó las emisiones de dióxido de carbono necesarias para producir una botella de su aceite de oliva. Desde entonces, en esta firma jiennense se comprometieron a disminuir cada año la cifra de gases causantes del efecto invernadero y del calentamiento del planeta.
Castillo de Canena ha sido pionera en obtener los certificados de sostenibilidad más distinguidos, como son la Huella de Carbono, certificada desde 2011, la huella hídrica desde 2013 y la EPD desde 2014.