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La Asociación de Producción Integrada (API) con DO Sierra de Segura, entidad creada al amparo de la Denominación de Origen, cuenta ya con 122 agricultores de toda la comarca y abarca una superficie de más de 1.800 hectáreas. La asociación ya tiene integrados a agricultores que pertenecen a casi todas las almazaras de la comarca segureña, y ha experimentado un importante crecimiento de sus asociados en los dos últimos años. Esta entidad supone una apuesta muy importante de la Denominación de Origen por conseguir una actividad agrícola sostenible y respetuosa con el entorno a través de la producción ecológica e integrada en la comarca.
El hecho de pertenecer a esta Asociación de Producción Integrada ha permitido a los olivareros recibir ayudas de 145 euros por hectárea y año procedentes de la Unión Europea para apoyar los cultivos sostenibles. El secretario de la Denominación de Origen, Francisco Moreno, afirma que el crecimiento de esta asociación indica que en la Sierra de Segura existe cada vez una mayor conciencia por la producción respetuosa con el medio “y más si tenemos en cuenta que buena parte de nuestro olivar está dentro del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas”.
La producción integrada se basa en el uso optimizado de los recursos buscando la eficiencia económica de la explotación, el respecto al medio ambiente y que la explotación sea a medio y largo plazo rentable y sostenible. La dosificación de productos fitosanitarios, abonos y fertilizantes, el uso de agua de riego o el control de cubiertas se realiza en base a unos criterios de eficiencia y con supervisión técnica. Moreno, indica que ser productor integrado no tiene por qué suponer un mayor gasto económico, sino que, en muchas ocasiones, supone un ahorro de costes. Esto se debe a que el asesoramiento recibido por parte del técnico de la API evita tratamientos que no son necesarios o impide utilizar dosis de productos demasiado elevadas.
Los agricultores que pertenecen a esta asociación se comprometen a mantener la cubierta vegetal en el olivar entre el 15 de octubre y el 15 de marzo, con una anchura de 1,8 metros para cubiertas estrechas o 3,6 metros para cubiertas anchas. Deben realizar al menos una siega mecánica para evitar la competencia de las malas hierbas con el olivar y, además, asistir a dos jornadas formativas en el periodo de cinco años.