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Además de directora del Centro IFAPA de Cabra, Brígida Jiménez es una reconocida experta en AOVE, consciente de que hay mucho que mejorar en este sector para ganar en competitividad. Reconoce que en España se produce AOVE de mucha calidad pero aún son muchas las almazaras que no están profesionalizadas, es por tanto “necesario, seguir fomentado y dinamizando la mejora del AOVE bajo un modelo de crecimiento basado en el conocimiento y la innovación en cada una de las fases del proceso”. Y asegura que si este sector siguiera el camino que ha seguido el vino, además de ser líderes en producción, lo seríamos también en calidad y posicionamiento.
Según sus palabras, “la mejora de la competitividad se consigue con la optimización en cada una de las fases del proceso de obtención del aceite de oliva virgen, agronómica, industrial y comercial. Yo considero que la parte agronómica es la menos competitiva, sobre todo cuando hablamos de las características de las explotaciones olivareras de nuestro país, donde más de un 50% de la explotaciones son menores de cinco hectáreas y la mayor parte es de olivar tradicional. Necesitamos producir a unos costes más bajos e iniciar la recolección en el momento óptimo, buscando equilibrios de calidad/cantidad, mejorando los factores pos-cosecha, como es el transporte y la manipulación del fruto en la almazara. También es necesaria una mayor profesionalización del sector, la creación de Empresas de Servicios que den respuesta a la situación real del sector”.
La directora del IFAPA de Cabra reconoce que calidad del AOVE ha mejorado en estos últimos años gracias a que parte de este sector ha incorporado el conocimiento y la innovación como pautas habituales en su quehacer diario. Sin embargo, “aún son muchas las almazaras que no están profesionalizadas, es necesario, seguir fomentado y dinamizando la mejora del AOVE bajo un modelo de crecimiento basado en el conocimiento y la innovación en cada una de las fases del proceso”, asegura.
Considera que los olivareros no saben de la importancia y los beneficios que pueden tener si apuestan por producir AOVEs de calidad. “Los agricultores tienen una formación que le han enseñado verbalmente sus padres o compañeros de trabajo, son pocos los que se han formado en enseñanzas regladas. Actualmente, con los jóvenes que se incorporan como agricultores o a explotaciones prioritarias es necesario recibir una formación que impartimos los centros IFAPA”.
Puede leer la entrevista completa en el número 168 de OLEO.