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La falta de lluvias en Extremadura, donde no llueve de manera significativa desde el mes de febrero, está provocando que el olivo sea capaz de engordar las aceitunas, por lo que a día de hoy, desde la Unión de Uniones aseguran que “esta campaña va a ser casi imposible recolectar aceituna de mesa en los olivares de secano, tanto del norte de la región como de la comarca de Tierra de Barros, y no nos va a quedar más remedio que dejarla para almazara con el consiguiente perjuicio tanto económico como de mano de obra”.
Extremadura recolecta anualmente una media de 103.750 toneladas de aceituna de mesa, 57.050 toneladas en Cáceres y 46.700 toneladas en la provincia de Badajoz, por lo que desde la organización agraria calculan que, con motivo de la sequía, los agricultores van a perder este año alrededor de 43,58 millones de euros por la diferencia de precios entre aceituna de almazara y de mesa, a los que habrá que añadir las pérdidas ocasionadas por la disminución de producción, aseguran.
Por este motivo, “no entendemos el abandono que estamos teniendo los agricultores por parte de las administraciones que no admiten que este año tengamos sequía en la región”. De este modo, la Unión de Extremadura “exige a la consejera de Medio Ambiente, que de manera inmediata se aprueben líneas de ayudas directas a los afectados por la sequía y con más motivo en estos sectores donde los daños enunciados no son asegurables”.