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El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía, Miguel Cobos, ha denunciado «el desarrollo desigual entre las regiones» de España, lo que «se traduce» y «contribuye» a la «España de las dos velocidades» y a que existan «españoles de primera y de segunda categoría».
Cobos compareció la semana pasada, junto al secretario de organización, Francisco Moreno, en el grupo de trabajo relativo a la financiación autonómica en la sede del Parlamento de Andalucía. Para el secretario general de la UPA esta «realidad socioeconómica de los territorios» lleva aparejada unas relaciones políticas, sociales y económicas «cada vez más tensionadas».
Así, Cobos instó a los grupos parlamentarios a presionar desde Andalucía al Gobierno central para que se siente a negociar «cuanto antes» con las comunidades autónomas «un nuevo modelo de financiación». En este sentido, exigió al Ejecutivo de Mariano Rajoy a que deje de usar «maniobras dilatorias» para dejar pasar 2017 sin abordar el nuevo reparto presupuestario.
De esta forma, según apuntan desde la UPA, «se daría cumplimiento a lo pactado en la conferencia de presidentes mediante un compromiso del propio presidente del Gobierno, consistente en la renovación del actual sistema», ya que «lo que está en juego no es otra cosa que la garantía de la prestación de los servicios públicos y el mantenimiento del Estado del bienestar en Andalucía», aseguró Cobos.
Respecto al sector agrario, desde UPA Andalucía han reclamado más fondos para el campo andaluz, especialmente destinados a infraestructuras y tecnología. El medio rural en Andalucía, recuerdan desde la organización, «mantiene al 54% de la población», por lo que hacen falta recursos para la Estrategia de Fomento de Desarrollo Rural y de Ordenación Territorial con el objeto de «facilitar la calidad de vida, la residencia y la actividad económica, frenando e incluso revirtiendo el despoblamiento, en particular de jóvenes».
Por último, desde la organización reclaman construir «una estrategia concreta» para desarrollar un tejido productivo que genere «una riqueza permanente y no estacional, que vaya más allá del turismo y los servicios». Para ello «debemos disponer de un nuevo modelo de financiación para el año próximo que sea justo, equitativo, transparente y suficiente», aseguran desde la organización agraria.