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El Gobierno de Castilla-La Mancha ha concedido una subvención de 74.959 euros a la almazara "Heredad de Monteagudo" ubicada en la localidad de Torrenueva dentro de las ayudas a inversiones en transformación, comercialización o desarrollo de proyectos agrícolas y al fomento de la calidad agroalimentaria (FOCAL) que se hicieron efectivas el pasado año.
Las obras realizadas en esta almazara, que han consistido en la implantación de mejoras tecnológicas que ha supuesto una inversión total de 298.079 euros, incluyendo esa subvención del 25 por ciento por parte del Ejecutivo presidido por Emiliano García-Page.
En este sentido, la delegada de la Junta, Carmen Olmedo ha destacado la importancia de la industria agroalimentaria en Castilla-La Mancha que incrementó un 2,7 por ciento la facturación en las exportaciones en los diez primeros meses de este año 2018, respecto al mismo periodo del año anterior, representado ya este sector el 35 por ciento del total de las exportaciones de la región, facturando 2.112 millones de euros.
Asimismo, ha animado a todas las empresas del sector agroalimentario a que soliciten nuevos proyectos para la convocaría FOCAL 2018 –las bases ya han sido publicadas- que cuenta con una partida presupuestaria de 60 millones de euros, que unida a las dos convocatorias anteriores supondrán un total de 180 millones de euros de ayudas públicas para mejoras tecnológicas e innovación de la industria agroalimentaria, consiguiendo con ello movilizar más de 800 millones de euros privados en tan solo cuatro años.
Carmen Olmedo, ha destacado que la dieta mediterránea, declarada Patrimonio de Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, es parte “del presente del país y de nuestra tierra” y dentro de ella “la importancia” que tiene para nuestra región el aceite, no solo por la calidad, sino por lo que el producto implica desde el punto de vista social y económico recordando que en olivar, la región cuenta con 420.000 hectáreas. En este sentido, ha mostrado su apoyo al sector porque es fundamental, “por la calidad, por lo social, lo territorial y económico” ya que “ayuda a que gente se quede a los pueblos a vivir”.
Castilla-La Mancha es la segunda comunidad autónoma productora de aceite contando con 267 almazaras y 83.000 oleicultores.