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La Universidad de Jaén, a través del grupo de investigación "Geobotánica y Palinología: aplicaciones al medio natural", ha desarollado una aplicación para predecir la cosecha del olivar. El sistema combina los datos de temperatura, precipitaciones y niveles de polen para anticipar el volumen de toneladas con un índice de precisión del 89%. Ello permite, por tanto, planificar estrategias comerciales de cara futuras campañas.
Para Fátima Aguilera, autora del estudio, la clave está en los niveles de polen: “el número de días con concentraciones mayores de 400 granos de polen de olivo por metro cúbico en aire es la variable que aporta mayor información al modelo estadístico”. Es la primera vez que esta variable se añade a los trabajos de predicción y marca la diferencia para obtener un índice de precisión estadística más alto que el de anteriores modelos. Hasta entonces, los cálculos de cosechas se habían basado sobre todo en observaciones de fruto cuajado en campo, un método "subjetivo" que no permite obtener predicciones "con tanta antelación", según explica aguilera.
La investigación se ha publicado en la revista Agricultural and Forest Meteorology y podrá cotejar resultados reales por primera vez este verano con olivares jiannenses. De tener éxito, el modelo se podría aplicar a otras regiones olivareras de similares condiciones climáticas, tales como Córdoba y Sevilla.