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Copa y Cogeca presentaron, el pasado 11 de marzo, su Plan de acción europeo para la economía circular, con la intención de potenciar la estrategia de bioeconomía de la Unión Europea y alcanzar su pleno potencial en los sectores agrícola y forestal.
El plan sitúa los residuos alimenticios en la primera plana, apostando por un "enfoque global multilateral" en lo relativo a la recogida de los alimentos no vendidos, no consumidos e incompestibles, para su reutilización en la fabricación de piensos, biocombustibles o la producción de biogas. Por ello, instan a establecer un marco legislativo que distinga con claridad aquellos residuos evitables y los no evitables. "La UE necesita un marco legislativo coherente, un apoyo económico adaptado a las necesidades y una decisión política basada en la ciencia para reposicionar la agricultura en el centro de la economía circular", apunta el comunicado de Copa-Cogeca.
Copa-Cogeca aplaude el reconocimiento por la Comisión de las absorciones naturales de dióxido de carbono en la atmósfera a través de la gestión sostenible de los bosques y la captura de carbono en suelos agrícolas como una parte esencial de neutralidad climática. No obstante, también señalan no estar de acuerdo en que las afirmaciones de sostenibilidad medioambiental deban estar basadas en los métodos de la huella medioambiental del producto, puesto que este no incluye factores externos tales como el secuestro de carbono, la biodiversidad y la gestión del agua.