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Copa-Cogeca ha lanzado un comunicado alertando sobre la crisis europea del sector del aceite de oliva y las aceitunas de mesa. La crisis del Covid-19 ha "asestado otro golpe al ya debilitado sector", expone la organización, razón por la cual instan a la Comisión Europea "a que ponga en práctica mecanismos de emergencia para la gestión del mercado con el fin de sacar a flote al sector".
El impacto del Covid-19 producirá una ralentización de las exportaciones del 8%, según augura la organización. Dicha ralentización conlleva un exceso de excedentes que con toda probabilidad acrecentará la crisis de precios que se vive en toda Europa. Además, el cierre del canal Horeca ha llevado a una caída de las ventas, especialmente en los aceites de alta gama. Por su fuera poco, la caída del turismo afectará una de las fuentes de ingresos que el sector había implementado precisamente para compensar la pérdida de competitividad: los proyectos oleoturísticos. Copa-Cogeca se ha referido, también, a los aranceles impuestos por Estados Unidos sobre las importaciones de aceite de oliva embotellado de origen español, una situación que ha provocado "un declive de la demanda mundial de aceite de oliva comunitario".
Por todas estas razones la organización ha solicitado, en nombre del sector, la activación de los siguientes mecanismos de gestión:
-La habilitación de nuevas ayudas al almacenamiento privado para las tres categorías de aceite de oliva.
-El afianzamiento del mecanismo de almacenamiento privado en el marco de la OCM para que pueda habilitarse a precios más elevados que los que se prevén en la actualidad.
- Un mayor fomento y apoyo mediante la promoción de los diferentes segmentos del aceite de oliva virgen extra (DOP, IGP, monovarietal, orgánico o que contenga aportes nutricionales distintivos) .
- La aplicación de mecanismos eficaces de control de la calidad a nivel de la UE y de sistemas de trazabilidad en tiempo real, empleados en todos y cada uno de los eslabones de la cadena de suministro.
Por último, Copa-Cogeca recalca la urgencia de tomar cartas en el asunto, puesto que, de lo contrario, corre en riesgo la viabilidad de uno de los cultivos más esenciales para los países de la cuenca mediterránea.