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La suspensión de los ecoincentivos para las plantas de producción de biogás en Italia, fuertemente respaldada por la asociación Assitol (Associazione Italiana dell' + char(39) + 'Industria Oleraria), está provocando que estas plantas rescindan sus contratos de orujo húmedo con las almazaras. La imposibilidad de los molinos de proveer el orujo húmedo como matrices para la producción de biocombustibles avanzados, está provocando que estos, pasen de ser un recurso económico a convertirse en coste, tanto desde el punto de vista económico como meidoambiental.
El Consorcio Olivicola Italiano (UNAPROL) ya envió una carta formal al respecto el pasado 23 de septiembre, para presentar el problema al Comité de Biocombustibles del Ministerio de Desarrollo Económico y al Ministerio de Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales.
David Granieri, presidente de UNAPROL señala que, "La posibilidad de destinar el orujo húmedo a la producción energética, debe ser absolutamente salvaguardada por las considerables ventajas que garantiza: reducción de costes para las empresas de la cadena de suministro del aceite de oliva, reducción neta del impacto medioambiental, mayores niveles de calidad del aceite, mejora de los rendimientos de producción". Añade, "Ya durante la pasada campaña 2019/2020, numerosas almazaras tuvieron que parar su actividad precisamente porque no pudieron disponer adecuadamente del orujo, con la consecuencia de un perjuicio económico muy grave: este año, con la campaña de vendimia 2020/2021 ya iniciada, corremos el riesgo de cierre total de las plantas de procesamiento".
Granieri, lo considera inaceptable para el sector del aceite de oliva italiano, debido a que ya este adolece de graves problemas de competitividad en la gestión de los costes de producción frente a competidores extranjeros cada vez más agresivos y a las dificultades en el destino óptimo de los subproductos.
Desde la organización se reclama a las instituciones competentes a tomarse en serio el problema: no favoreciendo la adopción de soluciones que desde un punto de vista económico y medioambiental puedan afectar a un activo estratégico de la industria agroalimentaria italiana y a la cadena de suministro del aceite de oliva, con un fuerte peso en la economía italiana.