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En el marco del 32º Congreso Europeo de Biomasa (EUBCE), Margarita de Gregorio enfatizó la necesidad de impulsar la investigación y la innovación en soluciones biocirculares sostenibles para reemplazar los productos fósiles por biogases, biocombustibles y biomoléculas renovables, lo que permitiría una transición hacia un modelo económico circular basado en recursos renovables.Principales vacíos identificados en I+D+iMyrsini Christou, coordinadora de EERA Bioenergy, explicó que el informe identifica las lagunas en I+D+i en toda la cadena de valor de la bioenergía, desde la producción sostenible de biomasa hasta los procesos termoquímicos y bioquímicos, incluyendo sostenibilidad y análisis tecno-socioeconómicos.Aspectos clave del informe:Producción sostenible de biomasa: Wolter Elbersen (WUR) destacó la necesidad de gestionar las materias primas de biomasa como commodities y apoyar sistemas de cultivo innovadores que combinan cultivos agrícolas y fotovoltaicos.Plataformas termoquímicas: Berend Vreugdenhil (TNO) subrayó la importancia de incrementar la investigación en tecnologías a escala demostración y la duración de estos proyectos a largo plazo.Biorrefinerías de nueva generación: Marcelo E. Domine (ITQ-CSIC) afirmó que las futuras biorrefinerías deben integrar esquemas en cascada para producir múltiples biocombustibles y bioproductos, destacando la versatilidad en las plantas de procesamiento.Sostenibilidad y economía: Raquel S. Jorge (NTNU) abordó la necesidad de un sistema más resiliente e inclusivo, reflexionando sobre las implicaciones macroeconómicas y las condiciones necesarias para que las empresas inviertan en tecnologías renovables. Impulso a la competitividad de soluciones biocircularesDe Gregorio resaltó que las soluciones de biocircularidad son fundamentales para la transición ecológica en Europa, permitiendo a las sociedades liderar el desarrollo económico y social mientras se protege el medioambiente.
La mesa redonda online “El mercado internacional de grasas animales y aceites vegetales: Oferta, demanda y precios” con motivo de la World Olive Oil Exhibition, une a productores y consumidores.
Ramón Murillo, investigador del ICB y miembro del proyecto, explica que con esta tecnología “es posible proporcionar la energía necesaria para el proceso de pirólisis a partir de fuentes renovables, produciendo no solo materias primas para la obtención de biocombustibles y productos químicos, sino también un biochar (forma de carbón creado calentando biomasa en atmósfera libre de oxígeno) que puede utilizarse como un fertilizante de origen renovable y sumidero de carbono, dando lugar a emisiones de CO2 negativas”.En el caso de los residuos forestales, existen diversos procesos industriales en los que, a diferencia de lo propuesto en este proyecto, la energía del proceso se obtiene a partir de la combustión del biochar obtenido en el propio proceso de pirólisis.Flexibilidad para funcionar en modo autónomoLa mayor innovación de la tecnología del proyecto es que el proceso de pirólisis se flexibiliza.
El impulso de la producción de biocombustibles de segunda generación (2G) a partir de los residuos que generan los sectores agrícolas y ganaderos españoles, es el objetivo de la colaboración que van a llevar a cabo entre Cepsa y Cooperativas Agro-alimentarias de España, organización que agrupa a más de 3600 cooperativas agrarias y más de un millón de socios, agricultores y ganaderos.Cepsa, a través de su Centro de Investigación, analizará si la biomasa residual generada por diferentes industrias, como la oleícola, vitivinícola o ganadera, puede transformarse en materia prima para producir biocombustibles de segunda generación en sus centros industriales.
La resiliencia del sector agrícola de la UE se ha puesto a prueba en los últimos dos años. Además de lasinterrupciones comerciales y el aumento de los precios de las materias primas causados por la recuperación posterior a la COVID-19, la invasión rusa de Ucrania llevó a precios aún más altos de insumos y energía.
Bunge, productor de aceites de origen vegetal, y Olleco, la división de energías renovables de ABP Food Group, han anunciado un acuerdo para formar una empresa 50/ 50 conjunta.
Cepsa ha comenzado a producir biocombustibles avanzados (2G) en su Parque Energético ‘La Rábida’, situado en Palos de la Frontera (Huelva). Se trata de un hito importante en la transformación de Cepsa hacia un modelo energético más sostenible.
Europa quema más de 17.000 toneladas de aceite de colza y girasol al día, el equivalente a 19 millones de botellas, según muestra un nuevo estudio de Transporte y Medio Ambiente.
Completará su oferta para el proceso de aceites vegetales
En colaboración con la Universidad de Tecnología y Economía de Budapest (Hungría)
IMDEA Energía en colaboración con CIEMAT
Un 30% de la producción de 2019
Aprovechamiento de residuos de almazara
100.000 hogares lo utilizan en España