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Este año, Navarra espera recolectar entre 27 y 30 millones de kilos de olivas lo que supondría un incremento de más del 30% respecto a la campaña anterior, en la que se recogieron 21 millones de kilos. La recogida comenzó a finales de octubre y está a punto de finalizar ya que se prolonga hasta mediados de diciembre.
Los principales motivos de esta espectacular subida, según han explicado fuentes del Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA), son la meteorología, que éste año ha sido más benévola, y la recuperación del árbol (fenómeno de la vecería) que alterna cosechas abundantes, como la de éste año, con otras más reducidas, como la de 2019, cuando re recogieron entre 6 y 9 millones de kilos de aceituna menos.
A los dos factores anteriores hay que añadir que la superficie de cultivo ha crecido respecto a la campaña anterior. Así, de cumplirse los pronósticos estaremos ante una campaña que podría superar el record de kilos recogidos en Navarra, que se cifra en los 27 millones del año 2018.
Dentro de la producción nacional, Navarra supone un 2%, sin embargo, el aceite producido en la Comunidad Foral brilla con luz propia por su sabor especial y cualidades. El clima más frío y las características de los suelos confieren a las olivas que se producen en nuestra comunidad un sabor y aroma diferente, muy frutado y peculiar.