Revista
La UE acaba de publicar la primera edición de 2021 de las "Perspectivas a corto plazo para los mercados agrícolas de la UE", concluyendo que el sector agrícola de la UE mostró resistencia durante la crisis de la Covid-19. Según los datos, al sector le fue relativamente bien gracias al aumento de las ventas minoristas y el consumo doméstico. Además, las perspectivas futuros nos muestran una demanda global dinámica y se espera que con la reapertura de los servicios de alimentación (restaurantes, bares, cafeterías) una vez que la campaña de vacunación esté lo suficientemente avanzada.
Ultimas tendencias y futuras perspectivas para cada sector agroalimentario
En los cultivos herbáceos, nos encontramos un incremento de los precios de todos los cereales principales, en consonancia con los precios mundiales. También se estima que crecerá el consumo mundial, impulsado principalmente por la demanda de alimentos para animales. La producción de cereales de la UE podría alcanzar los 295,2 millones de toneladas para 2020/21, un aumento del 5,3% en comparación con el año pasado.
Además, se espera que la producción total de semillas oleaginosas de la UE aumente un 3,4% en comparación con el año pasado y alcance los 16,7 millones de toneladas en 2021/2022, a pesar de las difíciles condiciones meteorológicas. En cuanto a las proteaginosas, la producción creció un 7,9% en 2020/2021. Podría aumentar aún más en un 5,2% en 2021/2022, impulsado principalmente por la demanda interna de alimentos.
Para cultivos especializados como el aceite de oliva, en la campaña 2020/2021, la UE estima que podría alcanzar cerca de 2,1 millones de toneladas, un 10% más en comparación con la campaña 2019/2020. Después de un aumento en 2020, el consumo de la UE podría seguir creciendo en 2020/2021 en un 3% adicional. Gracias a este crecimiento y a las exportaciones estables esperadas, los precios del aceite de oliva podrían seguir recuperándose.
En cuanto al sector del vino , se espera que la producción de vino de la UE en 2020/2021 se mantenga estable en alrededor de 158 millones de hectolitros. El uso doméstico podría aumentar en un 2%, impulsado por "otros usos" como la destilación de crisis. Dado que se espera un aumento de las exportaciones, esta evolución podría conducir a una reducción de las existencias de vino y un mejor equilibrio del mercado del sector.