Revista
Un total de 420 empresas son las que van a participar en la feria BioCultura Madrid, del 11 al 14 de noviembre, en el recinto ferial de Ifema. Las empresas, eso sí, eco-responsables y sostenibles, ofrecerán una oferta de más de 20.000 referencias de alimentos ecológicos, cosméticos eco-naturales, moda sostenible, y un sinfín de productos y servicios para un eco-estilo de vida... BioCultura es, según Ángeles Parra, su directora, “un arquetipo de ese mundo que queremos todos. Aquí todo es sano, todo es sostenible y todo es justo. Los alimentos y productos que se exponen en BioCultura son un emblema del camino que hay que seguir si queremos salvaguardar la Tierra para las generaciones futuras”.
Cultura Ecológica
Y es que la feria decana de la cultura ecológica lleva ya 36 años proclamando un consumo responsable, y esto ha calado en la sociedad en un camino sin retorno hacia la responsabilidad compartida. Pero los cambios que hay que hacer todavía son muchos porque las urgencias están ya aquí, a la vuelta de la esquina. BioCultura es un manual vivo para el cambio donde se dan cita empresarios y ciudadanos con propuestas de un cambio real de paradigma hacia ese otro mundo posible.
Alimentación con productos ecológicos
Cada vez más la elección de los alimentos y la dieta se convierte en un escenario de responsabilidad, ante las implicaciones tan importantes que tiene el consumo de alimentos tanto para la salud como para el medio ambiente. El sistema alimentario es responsable de entre el 21 y el 37% de las emisiones globales de efecto invernadero. La Dra. Dolores Raigón dice: “Así, el resultado gastronómico que llega a la mesa no sólo es el resultado de lo que se elabora en la cocina y sus repercusiones. Cuanto más se personaliza la historia, es decir, cuanto más se conoce al productor, la zona donde se produce, las técnicas empleadas, el compromiso social y corporativo, etc., mayor nivel de responsabilidad asume el consumo con el modelo, con los agricultores y ganaderos, con el mundo rural, con el medio ambiente, con la biodiversidad, con la protección del paisaje, con la lucha para eliminar el desperdicio alimentario, con la mitigación al cambio climático, con la justicia social, con la herencia a las generaciones futuras, etc.”. Por ello, añade Parra, “en BioCultura siempre hemos apostado por que el consumidor conozca de cerca de dónde viene aquello que lleva a su mesa”.
Ciudadanos Visionarios
Cada vez más, son los ciudadanos los que están llevando a cabo esta revolución silenciosa. El consumidor tiene en cuenta a la hora de comprar cada vez más parámetros y estos son algunos de ellos: la composición del producto que incluya ingredientes saludables; una información nutricional completa; envasado mínimo o con materiales compostables; respetuosos con el medio ambiente, e incluso disposición a realizar boicots contra empresas que no respeten el medio ambiente, evitando comprar sus producto;se prefiere el canal especializado, evitando la gran distribución; los vegetales son la categoría principal en la que se inician en el consumo de ecológicos (le siguen los huevos y la fruta) y la etiqueta con la información detallada (procedencia/cultivo/componentes) y atención a los sellos oficiales.
Conciencia Ambiental
Según un estudio de Innova Market Insights (Diez Tendencias Principales para 2022): “Los consumidores expresaron un sentido de responsabilidad compartida por el futuro del planeta, y dijeron que esto estaba influyendo en sus decisiones de compra diarias. En cuanto a la elección de alimentos, los cambios medioambientales más populares son la reducción de los residuos (43% de los encuestados) y comer con moderación (32%)”. La salud sigue siendo una gran preocupación para muchos, sobre todo a raíz de la pandemia. Por ello, cada vez más consumidores consumen más alimentos de origen vegetal, tanto por razones de salud como medioambientales. Muchas empresas intentan satisfacer esta creciente demanda, lo que ha hecho que los lanzamientos de productos de origen vegetal aumenten un 59% hasta agosto de 2021”. El estudio añade que: “El 30% de las personas de todo el mundo ya apoyan las dietas basadas en plantas como política climática, y que el cambio sería esencial para proteger la biodiversidad”.
Es importante tener presente que la producción ecológica es una estrategia básica para mitigar el cambio climático. Algunos cultivos, como el del olivar, reducen en un 100% la huella de carbono respecto a un cultivo convencional; los cítricos, en un 60%; los cereales, el 42%...