Revista
La creciente conciencia medioambiental de los consumidores, así como el conocimiento sobre la naturaleza finita de los recursos fósiles del planeta están estimulando notablemente el interés por parte de éstos en productos cuyo packaging incluya bioplásticos, con origen biobasado y que sean biodegradables y/o compostables. En este contexto, surge el proyecto OLIVE – PACK que tien como objetivo desarrollar un nuevo bioplástico biodegradable/compostable con el que fabricar botellas para el envasado de sus aceites de oliva virgen extra.
La celulosa es el biopolímero más abundante de la Tierra. Está presente en todo el reino vegetal y, por ende, en cualquier residuo o subproducto procedente del mismo.
Las micro-/nanofibras de celulosa (MNFC) son nuevos materiales micro/nanoestructurados producidos por la fibrilación de las fibras de celulosa. El término fibrilación hace referencia a la deconstrucción de la fibra madre de celulosa en otras subunidades más finas denominadas micro/nanofibras de celulosa. La bibliografía establece que estos novedosos materiales tienen un enorme potencial en un amplio abanico de aplicaciones industriales, entre las que se encuentra su incorporación a otros biopolímeros plásticos, de manera que actúen como agente de refuerzo y permitan mejorar las propiedades mecánicas y también como barrera de gases de dichos biopolímeros.
Los procesos de producción de MNFC a partir de pastas celulósicas de origen maderero y su comercialización comienzan a ser bastante conocidos.
Sin embargo, las MNFC obtenidos a partir de estas fuentes tienen aún unos costes elevados relacionados con el uso de este tipo de materias primas y debido a su elevada demanda en el sector papelero, alimentario y farmacéutico. Por tanto, las nuevas tendencias en la producción de estos nuevos materiales están enfocadas en la producción de MNFC a partir de subproductos y residuos agroindustriales. Estos materiales son considerados como una fuente alternativa efectiva de celulosa para producir MNFC con propiedades aceptables.
Producción de MNFC
Los biorresiduos agroindustriales destinados a producir MNFC presentan muchas ventajas comparados con otras materias primas celulósicas, como su bajo coste y por constituirse como una solución de las agroindustrias a los problemas de eliminación de residuos y rentabilidad. Actualmente, estos residuos y subproductos agroindustriales, entre los que se incluyen los generados en el procesado del aceite de oliva, como el alpeorujo y sus derivados, son procesados para extraer co-productos de interés cuya principal finalidad termina siendo combustibles destinados a producir calor y/o electricidad, obteniendo hasta el momento una rentabilidad moderada y teniendo por delante aun un gran potencial de valorización.
Por tanto, el desarrollo de nuevos productos de alto valor añadido como la MNFC obtenida a partir de los mismos se presenta como una vía potencial para elevar el valor de los subproductos agroindustriales de extracción de aceite de oliva y contribuir así al aumento de valor en todos los eslabones de la cadena productiva oleícola, desde el agricultor, el almazarero, hasta el envasador, fomentando además la economía circular y la sostenibilidad dentro del sector oleícola.
El artículo completo se encuentra disponible para su lectura en el número 187 de Óleo.