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El 56% de los hogares de nuestro país prefieren la comida tradicional española por delante de otras cocinas internacionales, por las que se decanta sólo el 6% de la población. Así se desprende de un estudio publicado por NielsenIQ acerca de “Cómo comemos – la manera en que nuestros hábitos nutricionales influyen en nuestro comportamiento de compra”.
El informe revela que otros dos de los países con gastronomías más reconocidas como Francia e Italia también son las preferidas por sus habitantes y así, uno de cada dos hogares de estos países, es decir el 50% de los franceses y el 51% de los italianos, prefieren su comida típica frente a otras cocinas internacionales (13% y 3%, respectivamente).
Por el contrario, los británicos y los alemanes están más abiertos a otras cocinas del mundo y de esta forma sólo un 27% de los hogares en Reino Unido y un 29% de los de Alemania consumen y cocinan su comida tradicional, frente al 24% y al 17%, respectivamente, que prefieren la comida de otras nacionalidades.
A la hora de dedicar tiempo a estar en torno a los fogones se produce una brecha entre España e Italia y los otros tres países analizados. Así, en Alemania, Reino Unido y Francia aprecian la ayuda para ahorrar tiempo en la cocina y declaran que “el factor tiempo es crucial para mí en mi dieta diaria: debe ser rápida” un 27% de los alemanes, un 22% de los británicos y un 20% de los franceses, frente al 12% que son de esa opinión en Italia y el 11% en España.
En este sentido, esa idea del slow cook que impera en las cocinas españolas se ve refrendada a la hora de escoger entre comida casera frente a comida procesada. Un 43% de los españoles afirma que “sí, preparo casi todo yo mismo/a” frente al 27% de los alemanes o el 26% de los británicos; mientras los que afirman que “cocino la mayor parte de la comida yo misma, pero a veces también uso alimentos procesados” es del 43% de los españoles, el mismo porcentaje para Reino Unido y el 45% para los alemanes.
Salud, equilibrio, proximidad
El informe pone de manifiesto que todos los europeos encuestados buscan una dieta saludable y de este modo una media del 62% afirman tener una dieta equilibrada, un 52% consumen productos frescos, un 48% dedica tiempo a comer en torno a una mesa, el 46% consumen alimentos considerado como de alta calidad y el 40% buscan alimentos de su región, o sea de proximidad. Y para el 43% la razón principal para estar a dieta es porque perciben que es más saludable.
El estudio también hace un análisis profundo sobre los distintos comportamientos que tenemos hacia lo que comemos, desde los que se despreocupan por la dieta, a los que están muy involucrados en comer de forma “verde”, es decir cerca de la naturaleza y de forma consciente, pasando por los que siguen dietas restrictivas o de moda, a los que se alimentan centrándose en el rendimiento físico y mental.
Dentro de estos segmentos, y en cuanto a los consumidores para los que la alimentación y la nutrición no es una prioridad, solo un 18% de los españoles está de acuerdo con esta afirmación, frente a por ejemplo el 37% de los británicos. Por contra, los españoles, somos los que más seguimos un estilo de dieta más cerca de la naturaleza, con un 17%, frente al 13% de los alemanes o los franceses.
Comprar con tiempo
Así, y respecto a hábitos de compra, del estudio se desprende que tanto el 44% de los españoles como el 42% de los franceses dedican más tiempo a comprar, como por ejemplo leer las etiquetas de los productos, frente a la media del 30% del resto de los países, pero las diferencias son más significativas cuando se mira de cerca. Y de esta forma, mientras lo que les motiva a los ciudadanos franceses a ocupar más tiempo en llenar la cesta de la compra es conservar la línea, ver la procedencia o el tamaño de ración del alimento, para los españoles viene influido por evitar o mejorar problemas de salud.
Sobre este aspecto, Patricia Daimiel, directora general de NielsenIQ para el Sur de Europa ha explicado que “el 39 % de los españoles declara que lleva una dieta baja en azúcar (frente al 20% del resto de países, excepto Francia); el 30% lleva una dieta por problemas de salud (frente al 23% de la media en Alemania, Italia y Reino Unido); el 50% presta atención al colesterol (26% de media); el 39% come bajo en grasas, (25%, el resto) y 35% reduce la sal, (frente al 35%)”.
“Está claro que existe una oportunidad para que los productores de alimentos ayuden a los consumidores españoles en su búsqueda de una nutrición saludable. La motivación aquí en España es diferente a la de los demás mercados europeos y, por lo tanto, requiere la visión más completa del consumidor para crear los productos adecuados para satisfacer sus necesidades", ha añadido Daimiel.