Revista
El Gobierno de Brasil, a través del Comité Ejecutivo de Gestión (Gecex) de la Cámara de Comercio Exterior (Camex), ha aprobado la reducción a cero del impuesto de importación para 11 productos alimenticios, entre los que destaca el aceite de oliva virgen extra. La medida, que entra en vigor a partir de hoy, tiene como objetivo incrementar la disponibilidad de alimentos esenciales y reducir su costo para los consumidores.
La decisión, anunciada por el vicepresidente y ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDIC), Geraldo Alckmin, forma parte de un paquete de iniciativas impulsadas por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva para mitigar los efectos de la inflación y mejorar el acceso a productos básicos en la canasta familiar.
Aceite de oliva sin arancel: impulso al consumo y al sector gastronómico
El aceite de oliva virgen extra (código NCM 1509.20.00) verá su arancel reducido del 9 % al 0 %, facilitando su importación y estimulando su consumo en el país. Esta medida favorecerá tanto a consumidores finales como a la industria gastronómica, que podrá acceder a un producto de alta calidad a precios más competitivos.
Brasil, a pesar de contar con una creciente producción nacional de aceite de oliva, sigue dependiendo en gran medida de las importaciones para abastecer su demanda interna. La eliminación del arancel se alinea con la estrategia gubernamental de inhibir el alza de precios, garantizar la seguridad alimentaria y proporcionar opciones asequibles a los consumidores brasileños.
Reducción de impuestos para otros productos básicos
Además del aceite de oliva, la lista de productos con arancel cero incluye carnes, sardinas, café tostado y en grano, azúcar, aceite de palma, aceite de girasol, maíz, pastas y galletas. La decisión del Gecex también contempla el aumento de la cuota de importación de aceite de palma de 60 mil a 150 mil toneladas en los próximos 12 meses.
Impacto en la economía y en los consumidores
El gobierno federal estima que la medida contribuirá a reducir la presión inflacionaria y garantizar la estabilidad en el mercado de alimentos. En un contexto de fluctuaciones en los costos de producción y alteraciones en la cadena de suministro global, la flexibilización de las tarifas aduaneras busca mantener el equilibrio entre oferta y demanda, fortaleciendo el poder adquisitivo de la población.
La eliminación temporal de los aranceles es una acción de emergencia enfocada en la seguridad alimentaria, pero el gobierno se compromete a acompañarla con medidas estructurales para preservar la sustentabilidad de la cadena productiva nacional.