Revista
Los datos más recientes al 11 de diciembre de 2024 revelan un panorama alarmante para el sector del aceite de oliva en España. Aunque la producción acumulada de 2024, con 292.020 toneladas, supera ligeramente las cifras de 2023, las existencias totales han caído un 14 %, situándose en 320.300 toneladas. A esto se suma una caída drástica de los precios en origen, lo que está llevando a los agricultores al borde de la ruina.
Menos aceite, precios insostenibles
El precio medio en origen se ha desplomado a 0,848 €/kg en 2024, una cifra que contrasta fuertemente con los 2,103 €/kg del mismo periodo en 2023. Este descenso, de más del 60 %, es devastador si se compara con el coste medio de producción estimado por la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), que ronda los 3,20 €/kg en condiciones normales. En campañas con menores cosechas, como la actual, este coste puede llegar a los 6,22 €/kg.
Este desfase entre los precios de venta y los costes reales no solo está destruyendo la rentabilidad del sector, sino que incumple la Ley de la Cadena Agroalimentaria, que exige que los precios en origen cubran al menos los costes de producción.
Una situación ilegal e insostenible
La caída de los precios no solo pone en riesgo la viabilidad económica de miles de olivareros, sino que también amenaza con el abandono de explotaciones tradicionales, especialmente aquellas de pendiente y secano, que enfrentan mayores dificultades para competir. Esta crisis tiene un impacto directo en el tejido rural y en la sostenibilidad ambiental, ya que estos olivares son esenciales para prevenir la erosión y mantener la biodiversidad.
Acciones urgentes: qué se debe hacer
Es hora de actuar
El sector del olivar tradicional, con su importancia histórica, social y ambiental, no puede soportar más campañas con precios que no cubren los costes. Menos aceite y precios a la baja no solo significan pérdidas económicas, sino también la desaparición de miles de explotaciones familiares, el abandono de campos y la pérdida de un patrimonio cultural y ambiental invaluable.
Desde Asolite, hacemos un llamado urgente a las administraciones y a todos los actores del sector para implementar medidas concretas que frenen esta situación insostenible. El futuro del olivar tradicional y de nuestras comunidades rurales está en juego.