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Con más de 30 años de investigación a sus espaldas, un equipo de especialistas del INTA Catamarca (Argentina) está revolucionando la olivicultura regional. A través del desarrollo de variedades adaptadas a las condiciones locales, la modernización de los sistemas de manejo y la incorporación de nuevas tecnologías, buscan potenciar la productividad y la calidad de los aceites de oliva producidos en la región.
En la provincia de Catamarca, actualmente la superficie productiva es de alrededor de 12.000 hectáreas concentradas en departamentos del Valle Central, Pomán, Tinogasta y Andalgalá. El informe oficial de la FOA indica que la cosecha de 2022 fue de 32.000 toneladas de aceitunas, mientras que en 2023 la producción fue de 72.000 toneladas, de las cuales 42.000 se destinaron a la elaboración de aceites.
Variedades adaptadas para una producción óptima
La región olivícola de Catamarca, caracterizada por sus climas áridos y semiáridos, plantea desafíos únicos. Por ello, el equipo de investigación del INTA, liderado por Luis Prenol, ha trabajado en el desarrollo de variedades de olivo mejor adaptadas al entorno local. Según Prenol, se han seleccionado plantas con características sobresalientes, como alta producción, bajos niveles de alternancia productiva y un elevado contenido de aceite, elementos clave para la olivicultura en esta región.
Estas nuevas variedades, que se desarrollan a partir de colecciones de germoplasma, están en proceso de inscripción para su futura comercialización. Este avance no solo representa una mejora en términos de rendimiento, sino que también refuerza la capacidad de los productores para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado y del clima.
Tecnología y mecanización
La investigación no se limita al desarrollo de nuevas variedades. También se están llevando a cabo innovaciones en el ámbito de la mecanización y el manejo intensivo de las plantaciones. El INTA ha implementado tecnologías de riego avanzadas y sistemas de conducción que permiten optimizar el uso de la superficie y reducir los costos de mano de obra, especialmente en tareas como la cosecha y la poda.
Prenol destacó que la tendencia en la región se orienta hacia sistemas intensivos y súper intensivos, donde las plantaciones de bajo vigor y porte compacto permiten una entrada en producción más rápida y eficiente. Estos sistemas requieren ajustes en la gestión del riego, para lo que el equipo del INTA está desarrollando soluciones adaptadas a las condiciones agroclimáticas de Catamarca.
Calidad como valor agregado
Además del aumento en la productividad, el valor agregado de los aceites locales es una prioridad. María Sol Molina, responsable del laboratorio de aceite del INTA Catamarca, lidera las investigaciones enfocadas en mejorar la calidad del aceite a través de la optimización de procesos críticos, desde la cosecha hasta el procesamiento.
Molina subrayó que uno de los factores clave para obtener aceites de alta calidad es reducir el tiempo entre la recolección de la aceituna y su procesamiento, sobre todo en épocas de altas temperaturas. Gracias a la incorporación de tecnologías como la Espectroscopia de Reflectancia Infrarroja (NIRS), ahora es posible realizar predicciones más precisas sobre el contenido graso y otros parámetros relevantes, lo que permite mejorar el control de calidad del aceite en todas las etapas de producción.
Aprovechamiento de residuos para una producción sostenible
La sostenibilidad es otro eje central del trabajo del equipo de INTA Catamarca. Vanesa Aybar, investigadora del equipo, explicó que uno de los proyectos más recientes se enfoca en el aprovechamiento de residuos generados durante el procesamiento de aceitunas y aceite de oliva. A través de un enfoque de bioeconomía, estos subproductos se transforman en compost de alta calidad, que se utiliza como abono en las mismas plantaciones.
Este modelo de aprovechamiento no solo reduce el impacto ambiental de la industria, sino que también genera un valor añadido para los productores, quienes pueden reutilizar estos residuos de manera efectiva en sus cultivos.
Un futuro prometedor
Con el respaldo de más de tres décadas de investigación, el INTA Catamarca sigue liderando el camino hacia una olivicultura más productiva, sostenible y de alta calidad. A través del desarrollo de nuevas variedades, la modernización de los sistemas de manejo y la mejora en la calidad de los aceites, el futuro del sector en la región se presenta más prometedor que nunca.