Revista
Un consorcio internacional liderado por el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) ha culminado con éxito el proyecto NOVATERRA, enfocado en la reducción de fitosanitarios en el cultivo del olivo y el viñedo. Durante cuatro años, 23 entidades han colaborado en el desarrollo de métodos más naturales y sostenibles sin comprometer el rendimiento ni la calidad.
Un enfoque integral y multinacional
El proyecto NOVATERRA ha llevado a cabo ensayos en España, Portugal, Francia, Italia y Grecia, adoptando un enfoque integral que combina productos naturales, agricultura de precisión y una gestión mejorada del suelo. Luis Asín, jefe del programa de Fruticultura del IRTA, explica: “Primero, hemos probado las diferentes estrategias por separado. Luego, en el último año, integramos estas estrategias en varias fincas, demostrando que es factible reducir el uso de fitosanitarios desde una mirada holística”.
Principales estrategias implementadas
Presentación de resultados y próximos pasos
Los resultados del proyecto se presentaron esta semana en el IRTA, en Caldes de Montbui, ante unas ochenta personas, incluyendo agricultores catalanes que planean implementar estas estrategias.
Combinarlo todo está resultando ser la manera de hacer camino hacia la reducción del uso de los fitosanitarios. A pesar de que Europa ha dado este año un paso atrás ante la presión del sector, este camino se basa tanto en la optimización de la aplicación de los pesticidas de síntesis como en la optimización del uso del agua, los fertilizantes o la energía. Es así como se podrá conseguir mayor sostenibilidad económica, medioambiental y social. Y es por ello que el IRTA, en proyectos futuros, tiene previsto ampliar estas investigaciones a más tipos de cultivos.
Financiamiento y apoyo
El proyecto NOVATERRA ha contado con un presupuesto de más de 5,5 millones de euros, de los cuales 4,8 millones provinieron del programa Horizon2020 de la Comisión Europea (referencia: GA 101000554).