Revista
Muchas cosas están pasando en el sector "bio" en los últimos años, especialmente en lo que se refiere a las formas de consumo que eligen los ciudadanos para llevar el alimento ecológico a su casa. No deben ser incompatibles. Ángeles Parra, directora de BioCultura y presidenta de Vida Sana, la ONG (declarada de utilidad pública) que organiza el salón, hace un repaso a las diferentes vías de consumo y despeja el papel de BioCultura en todo este proceso.
Los datos más fríos y las apreciaciones más cercanas y personales muestran, por activa y por pasiva, que el consumo “bio” está migrando desde las tiendas tradicionales ecológicas… hacia las grandes superficies y las cadenas de súpers “bio”. El proceso es imparable y ha llegado para quedarse. Al menos, durante unos años. Además, la alta inflación y la crisis coyuntural no se lo ponen fácil a aquellos que tienen menos recursos para ofrecer precios competitivos; a aquellos que no pueden crear marcas blancas propias; y a aquellos que no tiran de ofertas tipo saldo. Pero cada uno tiene que jugar bien sus bazas…
Las grandes superficies
Las grandes superficies están captando gran parte del consumo orgánico. ¡Quién lo hubiera dicho! Durante lustros, los grandes hipermercados no atendían a la llamada de lo ecológico. Aquello era como un sector insignificante, sólo para cuatro hippies e iluminados. Los “ceo” de las grandes cadenas no le hacían ni caso al mundo orgánico. ¡Cómo han cambiado las cosas! Ahora, todo el mundo quiere su porción del pastel. Y es legítimo. Pero, ¿están las grandes superficies cumpliendo con unos estándares, con unos protocolos, con unos mínimos… que habían caracterizado desde siempre al sector ecológico y que le diferenciaban notablemente del comercio en el sector convencional? Porque el mercadeo de alimentos no puede ser sólo una ley de oferta y demanda. Es más que eso. Tiene que serlo. En cualquier caso, una parte del público se siente atraída por los precios, las ofertas y las marcas blancas de las grandes superficies. Esos grandes hipermercados, esas cadenas, algo estarán haciendo bien si son capaces de crear reclamos interesantes y atractivos. La tienda pequeña y la gran superficie no tienen por qué ser incompatibles. Pueden ser complementarias. No les queda otro camino.
Los SÚPERS “BIO”
En los últimos años, se han instalado, en multitud de ciudades y poblaciones de diverso tipo, cadenas medianas como Herbolario Navarro, Veritas, Molsa/NaturaSì… La experiencia de compra es diferente a la de la gran superficie. La apuesta sólo es por el alimento y el producto ecológico. Este tipo de oferta está capitalizando buena parte del consumo. Y una buena prueba de ello es que estas cadenas no dejan de crecer y no paran de abrir nuevos establecimientos en aquellas ciudades donde aún no habían desembarcado. Sí. Es una fórmula atractiva. Aunque, todo hay que decirlo, captan principalmente los bolsillos de la ciudadanía más pudiente. Pero está claro que el sistema gana adeptos y las cadenas muestran músculo en los medios de información y en sus redes sociales. La tienda pequeña pierde espacio también a manos de estos súpers “bio” que cuentan, también, con un personal especializado y con una experiencia de compra altamente satisfactoria.
Las tiendas tradicionales
Las tiendas tradicionales pierden fuelle. Su liderazgo se va apagando. Durante años, fueron el santo y seña del sector ecológico. Pero, en el último lustro, han perdido capitalidad y despalillan militancia. Muchas han desaparecido. Y otras resisten pero el vendaval puede llevárselas en cualquier momento. Se aferran a clavos ardiendo que son interesantes todavía: una atención muy personalizada, un gran conocimiento del sector, enclaves privilegiados en zonas de la ciudad para compradores que no tienen coche, su fama de pioneras, etc. Pero el tiempo juega contra ellas: algunos/as propietarios/as ya tienen una cierta edad y no hay relevo generacional; la lucha por un precio competitivo es una batalla perdida ante ciertas marcas blancas y/o ofertas de otro tipo de establecimientos; las grandes superficies y los súpers “bio” tienen zonas de aparcamiento y ofrecen la compra completa, además de zonas de cafetería y/o comida para llevar, panadería, etc. El secreto de su futuro radica en una atención muy primorosa, muy especial, muy de tú a tú. El robot todavía no ha ganado al ser humano.
¿Qué papel juega BIOCULTURA en todo esto?
BioCultura, que cumple este año 40 primaveras desde su nacimiento, ha sido decisiva en el desarrollo y crecimiento del sector de la producción ecológica, pero también ha sido y continúa siendo el gran altavoz que llega cada día a más ciudadanos que quieren consumir sano y ecológico. La feria es el gran evento esperado por multitud de personas que acuden con ganas de aprender, conocer, compartir… De la misma manera, también es cita imprescindible para aquellos profesionales que buscan novedades y que necesitan mantenerse al día y tomarle el pulso al sector. Pero, además, BioCultura es una gran fiesta donde se dan cita otros sectores y expertos en diferentes temas, un gran manual vivo para aprender a mejorar nuestra condición de ciudadanos eco-responsables. El papel que juega la feria en el tema del que estamos hablando es seguir promocionando el alimento ecológico para todos, sin fronteras, sin clases. Para que llegue a todo el mundo. Seguir insistiendo en su calidad, en la necesidad de que el consumo orgánico crezca para poder combatir la infinidad de problemas que lleva asociada la agricultura intensiva de pesticidas y transgenia. Luego, el público ya elegirá cuál es su canal predilecto. No nos corresponde a nosotros decidir por el consumidor. También puede ser que la ciudadanía combine las diferentes posibilidades según lo que más le convenga. Porque las diferentes formas de distribución no tienen por qué ser incompatibles. Ni mucho menos. Aunque, eso sí, nosotros defendemos que se dé en el sector orgánico, sea cual sea el formato de llegar al público, unas formas, unos protocolos, unos modos y modales… que respeten las maneras que se han dado desde siempre en el mundo “bio” y que han permitido a los productores nacer y crecer con solvencia y seguridad.