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En un escenario donde el precio del aceite de oliva continúa su ascenso, varios supermercados han mantenido un precio constante en sus marcas blancas, generando controversia sobre posibles prácticas de fijación de precios. Con un aumento del 177,8% en los últimos dos años y un 74,5% en el último período, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el aceite de oliva se ha convertido en un producto cada vez más inaccesible para las familias.
Un estudio realizado por FITstore.es, una firma de referencia en ecommerce de alimentos saludables, revela que ocho grandes cadenas de supermercados en España han mantenido un precio idéntico para el litro de aceite de oliva de su marca blanca: 9,90€. Esta práctica, que se extiende a varios formatos de envase, ha suscitado preocupaciones sobre la posible colusión para aumentar los márgenes de beneficio a expensas de los consumidores.
Según Luis Cañada, fundador de FITstore.es, cualquier acuerdo entre operadores para fijar precios máximos en alimentos está prohibido por ley en España, en línea con regulaciones de la Unión Europea que prohíben explícitamente prácticas que restrinjan la competencia. Esta política de precios podría perjudicar los derechos de los consumidores y distorsionar el mercado, impidiendo el acceso a productos básicos a precios justos.
Si bien las primeras marcas de aceite de oliva no están sujetas a fijación de precios, el estudio de FITstore.es destaca diferencias de hasta un 47% en el precio del litro entre ellas. Esto sugiere una amplia disparidad en la oferta disponible para los consumidores, reflejando una situación dramática en el mercado.
Además, la situación se agrava al observar que el aceite es más barato en países importadores que en España, incluso siendo un país productor. Factores como la sequía, la inflación y la especulación han contribuido a esta crisis del "oro líquido", lo que ha llevado a muchos consumidores a buscar alternativas más económicas.
En este contexto, la especulación sobre productos básicos y la necesidad de encontrar soluciones efectivas para frenar el aumento de precios se convierten en temas de relevancia para los consumidores y las autoridades regulatorias.