Revista
La agricultura 4.0 está ganando terreno en España, con un aumento del 20% en el uso de tecnologías en los últimos años. Sin embargo, existen algunos retos que deben superar, como la falta de formación y financiación, pero lo cierto es que la perspectiva es muy, muy positiva. En los próximos años, se espera que el uso de tecnologías en la agricultura siga creciendo, ya que se convertirá en una herramienta imprescindible para hacer frente a los retos del sector, como el cambio climático, la escasez de agua y la falta de mano de obra.
Sin duda alguna, el camino recorrido hasta ahora en el sector smart agro español está repleto de investigación, innovación e inversión. Ya ha dejado de ser un concepto desconocido para el agricultor, y en muchos casos, a pesar de la atomización del sector, las iniciativas de mejora se multiplican día a día en la búsqueda de la continuidad del negocio agrario a largo plazo.
Sostenibilidad ambiental, económica y alimentaria están marcando la adopción de nuevas tecnologías dando lugar a un cambio en la visión estratégica del mundo agrario. Empresas como Drones y Sostenibilidad, Esri España, Pulverizadores Fede y Seresco, trabajan en la mejora e implantación de herramientas o tecnologías que han dejado de ser excepcionales para convertirse en habituales. Óleo les trae su visión y opinión del sector agro 4.0 en estos momentos.
Digitalización paso a paso
“La digitalización del sector de los cultivos especiales se ha acelerado y la transformación tecnológica se encuentra ya en su punto de inflexión”, nos explica Fede Pérez, director gerente de Pulverizadores Fede. “El éxito de la agricultura de precisión está siendo posible gracias a la implementación de sensores, IoT (Internet of Things), IA (Inteligencia Artificial), robótica, localización GPS, así como integraciones y ecosistemas colaborativos. Este avance permite el monitoreo de las plantaciones para ejecutar tareas en función de las necesidades del campo, mejorando tanto las decisiones agronómicas como empresariales. La eficiencia brindada por la digitalización conlleva la reducción del impacto medioambiental de la agricultura, el incremento de la rentabilidad de las empresas agrícolas y la mejora de la seguridad agroalimentaria de la sociedad”, añade.
Para el responsable de desarrollo de negocios en Esri España, Juan Peralta, es uno de los principales retos del sector, “que se plantean a corto plazo tanto para los agricultores, como para las administraciones públicas. Esto se debe a que el sector agro es un sector muy atomizado en el que existen modalidades de trabajo muy diferenciadas en lo que a volumen de negocio se refiere, por lo que es imposible comparar la capacidad para afrontar una transformación digital de las grandes compañías a la de las cooperativas y agricultores independientes. A ello se suma el reto demográfico al que nos enfrentamos en España, con el éxodo rural”. Peralta nos explica que, “el objetivo principal es conseguir un sector agrícola sostenible, en lo económico, en lo social y en lo medioambiental. Estas tres dimensiones van de la mano, será imposible conseguir una agricultura económicamente rentable sin la capacidad de fijar la población al territorio, y sin la capacidad de adaptar los cultivos y las prácticas a los requisitos medioambientales de la UE”.
Desde Seresco la situación es totalmente diferente en su planteamiento. “La respuesta más corta podría ser “lentamente”, al menos en lo relativo a los primeros eslabones de la cadena”, nos comenta el director de negocio de esta empresa, Rubén Pérez Sobrino. Desde su punto de vista considera que la industria agraria española se encuentra lejos de su máximo potencial, y añade, ”Esto se debe a que el sector se halla ampliamente polarizado. Por un lado, se encuentran las grandes compañías y explotaciones mientras que por el otro, en estos primeros eslabones de esa cadena de valor, existen una gran cantidad de pequeñas cooperativas y agricultores independientes que no poseen las mismas capacidades en términos de negocio y, por ende, de instalaciones y recursos”.
En esta línea, el gerente de Drones y Sostenibilidad, José Alberto Peinado, nos expresa que “La digitalización es un proceso omnipresente en nuestra sociedad: en la industria, en el sector energético, en el transporte y en otras muchas áreas de nuestro día a día. Es una necesidad para la competitividad. Sin embargo, la penetración de la agricultura de precisión es todavía baja en España en comparación con otros países”.
Se encuentra disponible el informe completo para su lectura en el nº195 de Óleo.