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Xylella fastidiosa, una bacteria fitopatógena de gran relevancia, ha emergido como una amenaza global para la salud de muchos cultivos, ya que ha desatado enfermedades devastadoras en una amplia variedad de plantas en diferentes regiones del mundo. Este microorganismo se propaga principalmente a través de insectos vectores, como Philaenus spumarius en Europa, un tipo de cigarra, y es conocido por la capacidad de afectar a especies vegetales ornamentales, frutales y cultivos comerciales.
Recientemente, han identificado su presencia en diversas regiones de Europa, incluidas Italia, Portugal y España, con un impacto especialmente significativo en Apulia, Italia. La llegada a esta región en 2010 provocó la pérdida masiva de olivos, lo que tuvo repercusiones económicas y ecológicas graves. En España, las islas Baleares se ven particularmente afectadas por la chilela, con más del 80 por ciento de los almendros infectados. Los cultivos de viñedos también están afectados y, recientemente, se ha confirmado la presencia del subtipo de la bacteria que ha causado grandes daños a olivos en Italia.
Una nueva investigación publicada en Phytopathology introduce un modelo matemático avanzado diseñado para comprender y gestionar las epidemias causadas por esta bacteria. Este modelo destaca por su capacidad de caracterizar los patrones de abundancia de las poblaciones de vectores observados en el campo, proporcionando una visión más precisa de la propagación del patógeno. Si se aplica el modelo a escenarios agrícolas reales, como olivos en Italia y almendros en Mallorca, los investigadores demuestran su eficacia para determinar el comportamiento de estas enfermedades y desarrollar estrategias específicas de intervención.
El estudio tiene especial relevancia porque recientemente se ha detectado la bacteria que podría afectar a olivos mallorquines, y podrá ayudar a predecir el desarrollo de la enfermedad ya diseñar estrategias de control. Un aspecto interesante del trabajo es que permite delimitar el momento de introducción de la bacteria detectada recientemente en Mallorca, que se situaría de forma aproximada en los años 2016-18 o anteriores.
Esta investigación contribuye de manera significativa a los esfuerzos globales por mitigar el impacto de la Xylella fastidiosa en la agricultura, aumentando el conocimiento sobre los factores que influyen en la propagación de las enfermedades ocasionadas por esta bacteria.