Revista
Un corazón de piedra y naturaleza rodeado de un suave manto de olivares cuyo patrimonio de olivos milenarios produce los AOVES con más prestigio internacional. Estas elaboraciones sitúan a la Subbética Cordobesa como destino oleoturístico en el que descubrir, entre otros, el aceite de montaña cuyos frutos se recolectan a más de 1.000 metros de altura en plena naturaleza con terrenos escarpados y que cada día gana más adeptos dentro de los amantes de este oro líquido.
El aceite de montaña suele ser altamente ecológico y su elevado coste en parte reside en que la recolección del fruto debe realizarse de forma manual ya que la maquinaria no puede acceder a este tipo de terreno. Por otro lado, al estar sometidos a un terreno escarpado y de roca y a una climatología irregular, estos olivares milenarios ofrecen una aceituna de excelente calidad y de sabor muy concentrado.
Gracias a estos frutos que crecen rodeados de bosques naturales y sin apenas manipulación, se obtienen unos aceites de alta calidad y sabor y de una producción reducida. El aceite de montaña tiene unas peculiaridades que el viajero podrá descubrir a fondo en todos los campos (agrícola, turístico y gastronómico) en la Subbética Cordobesa. A través de visitas interpretativas a los olivares, convirtiéndose en olivarero por un día y aprendiendo cómo es la recolección de la aceituna, descubriendo el trabajo que se realiza en las almazaras, participando en catas sensoriales dirigidas para terminar saboreando la gastronomía de los grandes restaurantes de esta comarca que en sus elaboraciones trabajan con el mejor
Tres denominaciones de origen de AOVEs
El territorio de la Subbética Cordobesa puede presumir de tener en su haber tres denominaciones de origen de AOVES: D.O. Baena (Luque, Zuheros, Doña Mencía y Cabra), D.O. Lucena (Lucena, Rute, Iznájar, Encinas Reales y Benamejí) y D. O. Priego de Córdoba (Almedinilla, Carcabuey, Fuente Tójar y Priego de Córdoba). Un motivo más que suficiente para que los amantes del oleoturismo visiten estas tierras durante todo el año. Todo ello unido al trabajo de los agricultores, el buen hacer de sus almazaras y el uso que le dan los chefs y restauradores ha provocado que el aceite se convierta en el producto estrella de la zona avalado por un prestigio y reconocimiento internacionales que se extienden durante todo el año.