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La Universidad de Murcia ha celebrado el simposio de clausura del proyecto europeo LIFE AMDRYC4 que ha liderado durante los últimos cuatro años y que se ha dedicado al estudio de los cultivos de secano para la adaptación al cambio climático en zonas especialmente sensibles a la desertificación. Este encuentro ha contado con la participación de la vicerrectora de Investigación, María Senena Corbarlán; y el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca, Medio Ambiente y Emergencias, Antonio Luengo; así como el personal investigador, que ha estado liderado por la catedrática de la UMU María José Martínez.
Los resultados del proyecto han permitido que la Región de Murcia lidere el diseño de una estrategia de lucha contra la desertificación, potencialmente replicable en otras regiones mediterráneas afectadas como las que hay en el sur de España, Portugal, Italia, Grecia, Malta, Chipre y las zonas ribereñas del mar Negro, en Bulgaria y Rumanía. Prueba de ello es una Declaración política conjunta sobre desertificación, promovida por la Comisión Intermediterránea de la Conferencia de Regiones Marítimas y Periféricas (CRPM), cuya aprobación está prevista para el próximo mes de febrero.
Principales conclusiones
La adaptación al cambio climático propuesta en las conclusiones de este proyecto se basa en soluciones basadas en la naturaleza, analizadas a lo largo del proyecto en 4 fincas que son laboratorios vivos. Una de estas propuestas de adaptación es la mitigación del cambio climático en base al Acuerdo de París con la iniciativa 4 por 1000 de aumento de carbono en el suelo. Las investigaciones han demostrado que estos suelos son excelentes sumideros de carbono y servicios ecosistémicos.
Esta capacidad se ha valorado en euros y, por tanto, se le ha dado un valor a dicha agricultura, por lo que los agricultores podrán tener en el futuro una fuente de ingresos alternativa. Con esas prácticas agrícolas se lucha contra la desertificación, se evita el uso de fertilizantes y, sobre todo, se fija población al territorio, en consonancia con el reto demográfico.
En concreto, el proyecto europeo propone la creación de un nuevo mercado de créditos de carbono para la agricultura de secano y un sistema de gobernanza para el Registro de proyectos de compensación, y de adaptación y mitigación. Más de 100 explotaciones agrícolas se han unido a la Asociación de Custodia Agraria por el Clima (ACAC) mediante acuerdos voluntarios. Esta asociación ha sido creada a través del proyecto europeo y a través de ella se forma a agricultores que quieren iniciarse en esta metodología de compensación que ya están empleando.