Revista
Recientemente la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos- UPA, ha presentado su Balance anual del sector agrario, desgranando los principales elementos que han determinado. En términos generales, señalan el año 2022 vuelve a dejar patente que la agricultura y la ganadería son sectores estratégicos y esenciales e indispensables, tanto para la recuperación de Andalucía y de nuestro país, como para garantizar la soberanía alimentaria. Si no fue suficiente con los estragos que padeció el sector agrario andaluz tras la pandemia, ahora está haciendo frente a un conflicto bélico sin precedentes como es el de Ucrania y Rusia, con una espiral inflacionista que llevamos padeciendo desde hace ya más de un año.
Aceite de oliva
En el Balance presentado, UPA considera que el año 2022 ha sido un gran año en cuanto a comercialización se refiere. El aceite de oliva ha batido todos los récords, superándose, por primera vez, los 1,6 millones de toneladas vendidas, con la exportación marcando el paso de las ventas. En octubre se cerró la campaña de comercialización siendo récord absoluto, algo que no se podrá repetir en la próxima campaña puesto que la sequía y las elevadas temperaturas sufridas en primavera han hecho que la producción de aceite de oliva sea muy inferior a la pasada. El aforo presentado por la Junta de Andalucía estimaba una disminución de cosecha del 40 por ciento en Andalucía, siendo la provincia de Jaén, con un 60% menos, la más perjudicada. Sin embargo, la falta de precipitaciones y la menor dotación de regadío, han hecho que, en campo, la producción sea mucho menor de la prevista, lo cual hará que la comercialización, como es lógico y obvio, se reduzca considerablemente porque lo que se produce no se puede vender.
Ante esta situación, en la que no habrá problemas de abastecimiento para los consumidores, el precio en origen ha aumentado de forma considerable, alcanzando hasta los 5 euros a primeros de diciembre. Un precio que se considera aceptable teniendo en cuenta el importante incremento de los costes de producción. Aun así, desde UPA Andalucía entendemos que el conjunto del sector debe gestionar, de una forma responsable, la actual campaña y que sirva para estabilizar los precios por encima de los costes en el olivar tradicional, que debe ser el gran beneficiado de esta situación.
Las últimas lluvias registradas en el mes de diciembre han sido muy beneficiosas para los olivos de cara a la próxima campaña, puesto que ésta ya se encuentra a pleno rendimiento. Antes de las precipitaciones se podían ver olivos con las ramas marrones, indicador del estrés hídrico que estaban sufriendo algunas plantas, lo que ya venía a significar un serio problema para el propio árbol, que el agricultor podría perder si se secaba por completo. Estas lluvias han sido muy bien recibidas por todo el campo andaluz, no solo los olivos, sino todos los cultivos, aunque en el caso concreto del olivar permitirá recuperar árboles de cara a la próxima campaña de aceite.