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La campaña del verdeo está prácticamente terminada en el campo andaluz, a falta de rematar la cogida de la variedad hojiblanca -la más tardía- en algunas explotaciones. A estas alturas de la cosecha 2022/2023 se puede confirmar que la producción de aceituna de mesa será muy inferior en volumen a la del año precedente (cuando se recolectaron 506.000 toneladas en Andalucía) y menor también a la media de las últimas cuatro campañas (446.250 toneladas).
No obstante, por lo que se observa respecto a las primeras aceitunas verdeadas que están entrando en las industrias y en las cooperativas, “la calidad del fruto está siendo favorable”, según una primera estimación de Gabriel Cabello López, presidente del Consejo Sectorial de Aceituna de Mesa de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía.
El sector del olivar de mesa se enfrenta a una campaña muy complicada. La sequía, las tempranas olas de calor y la vecería (con una cosecha récord el año anterior) han provocado el debilitamiento del árbol y, en consecuencia, un menor cuaje de los frutos. Así, a la corta cosecha estimada de aceitunas -que se traduce en menos kilos y, por tanto, menor rentabilidad-, se suma el encarecimiento de los costes productivos (energía, gasóil, fitosanitarios,...), la dificultad de encontrar mano de obra suficiente para asegurar el correcto funcionamiento de la campaña y la inflación, un factor determinante en la comercialización de un producto como la aceituna de mesa, al no estar considerado como de primera necesidad.
Esta situación justifica que la federación urja a las administraciones un plan de choque con medidas como la reducción de la fiscalidad un plan de choque con medidas como la reducción de la fiscalidad de carburantes, abonos y fitosanitarios; bonificación de la energía eléctrica e impulso a la promoción. Al mismo tiempo, recuerda que a pesar de haber reclamado una ayuda asociada para la aceituna de mesa durante la configuración del nuevo marco de la PAC, esta petición no ha sido escuchada.
Aranceles en Estados Unidos
En esta difícil coyuntura para el sector, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía reprocha que la exportación de la aceituna negra española a un mercado estratégico como Estados Unidos continúe, una campaña más -y ya van cinco consecutivas-, gravada por un arancel del 35%. Una situación que no tiene visos de pronta solución, a raíz del último varapalo sufrido por la justicia americana, que ha fallado a favor del Departamento de Comercio de Estados Unidos y en contra del sector español (representado por Asemesa y por las cooperativas Agro-sevilla, Aceitunas Guadalquivir y Ángel Camacho Alimentación, que han actuado como demandantes en el litigio judicial). Este fallo, emitido el pasado 23 de septiembre, es el tercero y definitivo en esta instancia.
La federación “echa en falta” una defensa del buen hacer de la industria de la aceituna de mesa española “más férrea por parte de la Unión Europea y del Gobierno de España”, para poner fin a este conflicto que pone en entredicho la legalidad de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) y que, por tanto, supone una amenaza para cualquier otro producto agroalimentario europeo que se exporte a Estados Unidos.
Por otro lado, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía denuncia “la doble moral” de la industria aceitunera americana, la que está detrás del origen de este conflicto. Y es que al mismo tiempo que acusa a las aceitunas españolas de estar subvencionadas injustamente y ejercer competencia desleal a las empresas de California, con la consecuente imposición de un gravamen del 35% que ha frenado en seco la exportación del sector olivarero español a Estados Unidos, la industria estadounidense está comprando aceitunas a granel en España al no tener suficiente cosecha en California para satisfacer su demanda.