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Gasoil, electricidad, fertilizantes, abonos, piensos, semillas... todos los costes de nuestras explotaciones se han disparado en el último ejercicio alcanzando niveles nunca antes vistos. Así, tal como ponen de manifiesto los datos oficiales que ofrece el propio Ministerio de Agricultura en su comparativa interanual, los precios pagados por los agricultores y ganaderos por los bienes y servicios agrícolas han repuntado de media un 37,42 % en marzo de 2022 respecto al mismo mes de 2021, mientras que las cotizaciones agropecuarias en origen han crecido de media sólo un 14,04 % interanual.
De los costes, la partida más inflacionista en términos interanuales sigue siendo la energía utilizada en la producción agropecuaria, que ha registrado un incremento interanual del 121,98 %, con un aumento del 196,66 % en el caso de la electricidad, del 77,02 % para los carburantes y del 15,26 % para los lubricantes. Le sigue la subida de los precios de los fertilizantes (+97,34 %), con un alza del 157,69 % de los nitrogenados simples y del 85,82 % de los compuestos.
Por su parte, los piensos para ganado han sufrido un alza anual del 28,69 %, un porcentaje que se ha situado en el 31,63 % para los compuestos para ovino, en el 29,95 % para los compuestos para porcino y en el 29,59 % para los compuestos para aves; el valor de los piensos simples se ha encarecido un 25,16 %.
También se incrementan los precios de semillas y plantones, los de los fitosanitarios (19,98 %), los costes veterinarios, los de conservación y reparación de maquinaria...
Según la última actualización del MAPA de los índices generales de los precios pagados y percibidos por los productores, Los precios en origen han bajado entre marzo de 2021 y 2022 para los cítricos (-48,61 %), las flores y plantas ornamentales (-12,23 %) y las frutas no cítricas (-2,14 %).