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AMDPress.- El pasado día 11 de marzo, representantes europeos del sector productor de aceites de semillas oleaginosas se reunieron en Bruselas para manifestar una vez más su preocupación sobre la situación de discriminación actual que viven los molturadores de pipas, principalmente girasol. Así, en un encuentro organizado por la Federación Europea de Productores de Aceites de Semillas Oleaginosas (Fediol), se denunció el trato favorable que desde la Unión Europea se está dando a las importaciones de aceites vegetales procedentes de terceros países, por el sistema de preferencia generalizada para los países en vías de desarrollo, lo que permite pagar un arancel reducido del 2,9%, mientras que estos mismos países ponen trabas a la exportación de semillas oleaginosas.
Concretamente, los países del Este han fijado un arancel a la exportación para las semillas de girasol del 20%, y no así para el aceite, lo que favorece a sus industriales molturadores y extractores, mientras que los fabricantes europeos se encuentran cada día con mayores dificultades para la adquisición de esta materia prima.
Además de estos problemas a nivel comunitario respecto a las compras en terceros países, los molturadores e industriales envasadores de aceites de semillas oleaginosas se enfrenta a una Agenda 2000 y una reforma intermedia de la Política Agraria Comunitaria que no favorece las siembras del cultivo del girasol, lo que significa un incremento de la dependencia del exterior.
De hecho, en palabras de Federico Pino, presidente de Afoex, "de prosperar la reforma de la PAC propuesta por Bruselas y con las actuales líneas de la Agenda 2000, la superficie de cultivo de semillas oleaginosas se podría reducir en torno al 40%, lo que supondría un grave riesgo para el futuro y la viabilidad de estos industriales". Por ello Pino aboga por establecer una ayuda diferencial específica para el cultivo del girasol, recogida en el proyecto de reforma de la Política Agraria Común (PAC) para las proteaginosas que, en casos como el de la soja, alcanzaría los 55 euros por hectárea.
La Unión Europea prevé conceder esta subvención para una superficie máxima de 1,4 millones de hectáreas en todos los Estados miembros, y lo que el sector español demanda es que se sume a esa superficie los 5 millones de hectáreas de oleaginosas comunitarias. En este sentido, Pino también ha afirmado que las oleaginosas son también una fuente de proteína para la alimentación animal y, por tanto, necesitan el mismo impulso para su mantenimiento.
Por último, y según los últimos datos elaborados por Fediol, la dependencia de este sector del exterior es manifiesta si tenemos en cuenta que el pasado año 2002 las importaciones de aceite de girasol por parte de España se incrementaron un 57% hasta alcanzar un total de 95.000 toneladas, y la tendencia este año parece ir en la misma línea.
Ante esta situación crítica, desde Fediol se va a solicitar por una parte que desaparezcan los aranceles reducidos para el aceite de semillas oleaginosas, en tanto que existan esas tasas diferenciadas para la pipa; y por otra que la revisión de la PAC contemple unas mayores ayudas para los agricultores que apuesten por el cultivo del girasol y otras semillas oleaginosas.