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Oleo Digital.- Las organizaciones representantes de todo el sector del aceite de oliva español, Asaja, COAG, UPA, Cooperativas Agroalimentarias, Infaoliva, Anierac y Asoliva (olivareros, almazaras, operadores, refinadores, envasadores y exportadores), han manifestado ante la Comisión Europea, a través de una carta remitida a su presidente José Manuel Durao Barroso, su absoluto rechazo a la retirada del proyecto de reglamento para prohibir el uso de envases rellenables de cara al consumidor en hostelería y catering en el territorio de la Unión Europea.
Según indican, esta medida favorecería, en primer lugar, al consumidor que al disponer en todo momento de la información sobre lo que está consumiendo, podría elegir con conocimiento, salvaguardando además la calidad y la seguridad alimentaria del producto. Las aceiteras que se utilizan habitualmente en los establecimientos no dan la información mínima que permita conocer al consumidor qué aceite está utilizando y no garantizan que los aceites lleguen al consumidor con todas sus propiedades nutricionales y saludables.
Todo el sector está de acuerdo en la importancia de que un producto tan relevante como los aceites de oliva se ofrezca en envases irrellenables con una etiqueta que proporcione la información pertinente, cuidando así su imagen y su calidad.
La Comisión siempre ha priorizado la defensa del consumidor y, en este sentido, ha establecido reglamentos para que se faciliten más datos en las etiquetas de las botellas de aceite. La implantación de envases no rellenables perfectamente etiquetados en hostelería persigue esta misma idea, permitiendo al consumidor tener garantías sobre el producto que consume, cosa que con las aceiteras rellenables no sucede.
Esta medida ha sido largamente discutida en el seno de la Comisión, durante más de una año. Quince de los estados miembros le han dado su apoyo y ha pasado todos los trámites jurídicos necesarios, contando incluso con el visto bueno de la Organización Mundial del Comercio, por lo cual la sorpresa del sector ante su retirada es aún mayor. Además, los costes para implementar el uso de envases irrellenables son insignificantes, más si se tienen en cuenta los numerosos beneficios que lleva asociados.
En opinión de las organizaciones representantes del sector, la retirada del reglamento va en contra tanto de los consumidores como de los intereses del sector y por ello piden a la Comisión que revise su decisión y retome la prohibición.