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En misma reunión con el comisario de Agricultura europeo, Dacian Ciolos, en la que el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, comunicaba la intención del Gobierno español de prohibir las aceiteras rellenables en España, se trataba también la reforma de la Política Agraria Común.
En ella, Arias Cañete ha explicado “las características especiales del sistema agroganadero español, la diversidad de cultivos y las enormes diferencias que existen de costos de producción entre unos cultivos y otros, y la imposibilidad de una aplicación absoluta de la convergencia interna”.
Según ha subrayado, aún existen discrepancias en algunos puntos de interés para España, como los relacionados con la convergencia interna o “tasa plana” que la Comisión defiende para repartir los apoyos dentro de cada Estado miembro. Según ha señalado el ministro, la Comisión defiende asegurar al menos un nivel de ayuda equivalente al 75% de la media europea, “pero España ya le ha transmitido al comisario que España no puede admitir ese porcentaje”, ha recalcado el ministro.
Además, España ha pedido que se introduzcan elementos correctores que puedan limitar aún más esa convergencia. En opinión del ministro, se trata de impedir que los agricultores puedan tener una disminución de las ayudas comunitarias que pongan en riesgo la viabilidad de sus explotaciones. “Nosotros queremos mantener la viabilidad de todos los cultivos en todas las regiones, y contar con unos sistemas de apoyo que eviten trasferencias indeseables entre territorios o agricultores”, ha recalcado.
Por otra parte, Arias Cañete ha apuntado que se han conseguido avances importantes en el modelo de regionalización, cuya flexibilización permitiría neutralizar el impacto de la convergencia interna. En concreto, el modelo que propone España combina potencial productivo y comarcas geográficas, con enorme flexibilidad para definir el número de regiones que sea más adecuado. “Creo que eso lo hemos obtenido y nos va a permitir hacer una regionalización muy sofisticada que pueda neutralizar los efectos más intensos de la convergencia interna”.
A pesar de que aún existen discrepancias, el ministro ha anunciado que a lo largo de la semana “seguiremos buscando aproximaciones para que el próximo Consejo en Luxemburgo podamos cerrar un acuerdo que permita mantener todo el potencial productivo español y que nuestros agricultores y ganaderos sigan percibiendo apoyos similares a los actuales, y seguir siendo competitivos”.