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Las organizaciones agrarias Asaja y Cooperativas Agro-alimentarias de España han celebrado que el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, esté trabajando para modificar el Real Decreto sobre medidas de comercialización en los sectores del aceite de oliva y del aceite de orujo de oliva, de modo que se prohíban las aceiteras rellenables en bares y restaurantes.
Desde Cooperativas indican que esta medida persigue fundamentalmente beneficiar al consumidor del canal Horeca, ya que "de esta manera conocerá perfectamente el producto que está consumiendo, algo que no ocurre en la actualidad".
Añade, asimismo, "que el coste de la implantación de los envases irrellenables no es significativo, comparado con los beneficios derivados de su uso. En contra de lo que erróneamente algunos han entendido, la medida no exige la utilización de los llamados envases “monodosis”, sino que obliga a que los profesionales de la hostelería pongan el aceite de oliva a disposición de sus clientes en formatos irrellenables y debidamente etiquetados, unos envases cuyo tamaño puede variar desde el de 250 mililitros hasta la botella de 1 litro. Lo esencia de la medida es que, una vez que el contenido se ha agotado, el envase no se podrá volver a utilizar con un nuevo aceite de oliva".
Por su parte, Asaja Córdoba considera que la iniciativa del Ministerio es todo un triunfo para el sector y recuerda que medidas como ésta son un gran paso para garantizar la calidad del aceite que se sirve en un sector tan importante como es el canal Horeca.
La modificación del Real Decreto, en su artículo 4, incluye un nuevo apartado que indica que “los establecimientos de la hostelería y la restauración se acondicionarán en un envase provisto de un sistema de apertura que pierda su integridad tras su primera utilización y de un sistema de protección que impida su reutilización una vez agotado el contenido original indicado en la etiqueta unida al envase”. Así, el Ministerio considera que “se trata de algo necesario para garantizar la autenticidad del contenido de los envases y, por tanto, para defender los intereses de los productores y consumidores, así como la lealtad en las transacciones comerciales”, señalan desde Asaja.