Revista
El pasado mes de junio la compañía HCIB-KWB presentó su garantía para el uso del hueso de aceituna en la caldera de biomasa KWB Multifire, la cual sólo necesita unos pequeños ajustes para funcionar correctamente, sin necesidad de modificaciones de la caldera. La prudencia de KWB en su manera de funcionar hace que, por el momento, sólo se haya certificado el uso del hueso en el modelo Multifire y que se continúen los testeos de otras calderas, como la Powerfire y la Easyfire, para certificar su uso, una vez contrastadas todas las opciones a tener en cuenta y asegurar al 100% la viabilidad de este combustible.
Los puntos principales de las investigaciones (de KWB) fueron evaluar la calidad de los biocombustibles y establecer unos requisitos mínimos de calidad y sostenibilidad para poder dar garantía con el uso de hueso. Uno de los objetivos de KWB es que la certificación que ofrece se adapte a las normas europeas existentes. Así, tomó los resultados que obtuvo y los comparó con el borrador de la norma elaborado por el proyecto Biomasud, que hoy es ya una realidad, y constató que ambos datos se correspondían.
El proyecto Biomasud, una iniciativa enmarcada en el programa Interreg Sudoe IV B financiado con fondos Feder, inició su andadura en junio de 2011 con el objetivo de crear un esquema de certificación de calidad de biocombustibles sólidos típicos del sur de Europa y, entre ellos el hueso de aceituna, objeto de las investigaciones de KWB. Tras una fase de evaluación y caracterización de los recursos, en la que se han analizado más de 100 muestras de distintos biocombustibles sólidos en España, Portugal y Francia, se ha establecido un procedimiento para la certificación de la calidad y sostenibilidad en la producción y comercialización de los biocombustibles, que mayoritariamente son destinados a la producción de calor.