Revista
Menorca ha sido el lugar elegido por la ONG Gloria Olivae para establecer su sede, desde donde la Organización tiene previsto continuar desarrollando nuevos programas y proyectos de carácter humanitario, medioambiental, culturales, sanitarios y sociales donde el olivo es protagonista y copartícipe en cada uno de los mismos.
En sus primeros pasos en tierras mediterráneas, y con la intención de hacerles partícipes de un ambicioso proyecto de oleoturismo integral que sirva de vínculo o “puente de oro líquido” entre Mallorca e Ibiza con epicentro en Menorca, la Organización se ha puesto ya en contacto con alguno de los olivicultores menorquines y con el autor de la reciente publicación relacionada con la historia del olivo en la isla, Adolf Sintes (Trulls i Tafones), como en breve lo hará con resto de productores, el gremio de hostelería, restauración y los distintos Ayuntamientos de la isla.
Según indican desde la Organización, la particularidad y elección de Menorca respecto al planteamiento oleoturístico balear se basa en que “suma a sus encantos turísticos internacionalmente reconocidos, el contar con el mayor número de acebuches (olivos silvestres), siendo además el primer encuadre geográfico español donde podemos encontrar olivos, si consideramos la perspectiva desde donde es originario, Oriente Medio; de hecho los podemos localizar fácilmente en cualquier parte de la isla y sirviendo de marco a las construcciones megalíticas como Talayots y Navetas”.
Dentro del programa del proyecto insular, se baraja también la posibilidad de establecer en tierras menorquinas un Museo del AOVE que albergue a la segunda Oleoteca Internacional del AOVE de los Países Mediterráneos, equiparando las dotaciones con este espacio a los cuatro Museos del Aceite de Oliva que ya existen entre Mallorca e Ibiza, así como establecer un vínculo de intercambio oleoturístico entre Baleares y el Valle del Tiétar (Ávila), lugar donde nació la ONG y ha desarrollado sus actividades durante los últimos quince años.