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Nos enfrentamos a una campaña oleícola con una importante caída de la producción en toda España, pero que en zonas como en Castilla-La Mancha, esta merma supera el 70% y en algunas almazaras incluso llega al 90% respecto a la campaña pasada. Así lo explican desde UPA, un hecho que reconocen “contrasta con el aumento de la demanda exterior de aceite en mercados como el de EEUU, con el que se han duplicado las exportaciones y ha provocado que los precios suban”. Sin embargo, para UPA, "al agricultor no le salen las cuentas porque los costes de producción son muy elevados y la cosecha se ha reducido demasiado".
Según indican desde la organización agraria castellano manchega, esta situación pone en una situación crítica a muchas familias de esta región, y aseguran que, a punto de terminar la campaña de aceituna, “esta subida de precios no compensará la enorme pérdida de producción, debida a la sequía de 2014”. Añaden que “esto supone que entrará menos dinero en la economía doméstica que creía podría compensar el año”, afirma el secretario de Agricultura de UPA-CLM, Ramón Sáez.
Sáez hace hincapié en que, “se trata de un sector estratégico en esta región que ha sufrido un mal año, pues la cosecha ha sido muy escasa”. Aun así, añade "la principal crítica de los agricultores es la competencia desleal que sufren por parte de los grandes supermercados que tiran los precios”, ha añadido. En este sentido, UPA ha denunciado que a los agricultores les están comprando el aceite en origen virgen extra a más de 3 euros y los grandes distribuidores lo están vendiendo a pérdidas, en muchos casos a 2,08 y 2,12 euros.