Revista
Dentro de la jornada sobre "Problemáticas de sanidad vegetal en olivo" que se ha desarrollado en la Feria de Sant Miquel, celebrada en Lleida entre el 24 y 27 de septiembre, el catedrático de Entomología de la Universidad de Córdoba, Enrique Quesada, ha presentado un estudio para reducir la mosca del olivo mediante un hongo. Se trata de un método que consiste en reducir la población de primavera controlando la larva que abandona el fruto para ocupar el suelo en el otoño y el invierno. "Utilizamos un agente biológico, el hongo entomopatógeno Metarhizium brunneum, que aplicamos en el suelo bajo la copa del árbol. Cuando la larva salta al mismo, se ha comprobado que la siguiente campaña la población de primavera es mucho más baja", explica Quesada. Se trata de un estudio que ya dimos a conocer el pasado mes de junio en Oleo Revista.
Durante su intervención, Quesada ha comentado que es un método totalmente respetuoso con el medio ambiente, que se ajusta a la normativa vigente y que no deja residuos de ningún tipo. Hasta ahora, los agricultores utilizaban insecticidas químicos de síntesis para su control, pero la puesta en marcha en 2014 de una directiva europea de uso sostenible de insecticidas ha hecho que se fomente el desarrollo de otro tipo de soluciones al problema.
"Actualmente este sistema está en fase de desarrollo, ya muy avanzado, y con aplicaciones en el campo que han dado muy buenos resultados (más del 50% en plantaciones de Andalucía). Ahora sólo necesitamos que alguna empresa se decida a desarrollarlo y comercializarlo, teniendo en cuenta que disponemos de todo el apoyo de la Administración", explica.
La mosca del olivo es una de las plagas más difíciles de controlar dentro del sector oleícola. Tal como explica Lluís Gaya, jefe sectorial del olivo JARC-COAG, “en la campaña de 2014 de Cataluña se redujo en un 20% la cosecha de aceite a causa de esta mosca, lo que se traduce en unas 6.000 toneladas menos de aceite y en unos 18 millones de euros menos”. Gaya comenta que este año no habrá tanta afectación porque ha sido un año mucho más seco que la campaña pasada y la humedad hace que prolifere este insecto.
Dentro de esta jornada se ha tratado también la Xylella fastidiosa, una enfermedad que todavía no ha afectado a Cataluña, pero que ha supuesto graves pérdidas en otras zonas del sur de Europa, principalmente en Italia. Jordi Giné, jefe del Servicio de Sanidad Vegetal del Departamento de Agricultura, ha sido el encargado de exponer el plan europeo y nacional establecido para controlar esta grave enfermedad, que una vez detectada se erradica con el arranque del árbol. El jefe sectorial del olivo JARC-COAG ha insistido en la necesidad de prevenir para que estas plagas no lleguen a Cataluña, por lo que considera básico fomentar jornadas y charlas para informar y mantener en alerta a los agricultores productores.