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A falta de que la Agencia de Información y Control Agroalimentarios (AICA) aporte datos al cierre de la campaña, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía sitúa las reservas entre 160.000 y 170.000 toneladas, lo que supone un “mínimo histórico”. Esta cifra supone una cantidad inferior en un 67%, un 45% y un 76%, respectivamente, a los enlaces de las tres campañas inmediatamente anteriores y es la menor desde la 2002/2003, aunque entonces el stock se contabilizaba a finales de octubre y no de septiembre, como ocurre en la actualidad. Por tanto, y porque la recolección no se generalizará hasta mediados de noviembre, “el sector manifiesta cierta preocupación para hacer frente a las próximas necesidades del mercado, donde se registran unas salidas mensuales superiores a las 110.000 toneladas".
Otro hecho que destacan desde la organización agraria es que en estos momentos de inicio de campaña, “el 60% de las existencias actuales están en manos de los envasadores, algo poco habitual, que contrasta con el 30% del año pasado, cuando el stock triplicaba prácticamente al de estos momentos”.
Asimismo, la preocupación de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se acentúa con la climatología, la cual no está beneficiando el desarrollo de la aceituna, en un año marcado por las elevadas temperaturas y las escasas precipitaciones. De hecho, el presidente del sector, Cristóbal Gallego, subraya que las pocas lluvias que han caído en los últimos días no lo han hecho en las principales zonas productoras, donde los frutos presentan un aspecto pequeño y deteriorado, por lo que todo hace prever que la cosecha 2015/2016 quede lejos de la 2013/2014 y la 2011/2012, en las que se recogieron, respectivamente, 1,78 y 1,61 millones de toneladas.
En consecuencia, dada la variabilidad de las producciones en el sector y las crecientes salidas al mercado (principalmente de exportación), la federación considera "necesario y urgente" dar ejecución al artículo 152 del Reglamento UE 1308/2013 y adoptar mecanismos que permitan estabilizar el mercado, adecuando la oferta a la demanda entre campañas. En opinión de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, poner en marcha estas herramientas, a través de las organizaciones de productores (OP), supondría ofrecer al mercado garantías de abastecimiento, así como de precios a todas las partes, esto es, productores y consumidores.
En cualquier caso, la federación recuerda que, al margen de la legislación, la integración del sector productor y la mayor dimensión de las estructuras cooperativas reduce la vulnerabilidad a las fluctuaciones y vaivenes del mercado, especialmente significativas en el sector del aceite de oliva.