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Ajeno a las masas, el oleoturismo se ha convertido en un nuevo modelo turístico basado en la gastronomía, el paisaje y la cultura tradicional, siendo España el país con más hectáreas cultivadas de olivo. En la actualidad, y con el resurgir de la actividad económica e inversora así como también la buena marcha del mercado turístico, son muchos los propietarios de grandes fincas de olivos y de almazaras en Andalucía que han decidido sacar a la venta sus singulares propiedades. Y es que grupos inversores nacionales e internacionales sondean España interesados y atraídos por fincas productivas y también almazaras privadas para adquirirlas.
Según Robert Menetray Doval, fundador de la consultora de comunicación inmobiliaria Lançois Doval “actualmente se gestionan diversas demandas a nivel nacional de propiedades singulares que incluyan almazaras o bodegas, con el fin de convertirlos, por parte de inversores nacionales, en exclusivos complejos turísticos. Y es que cada vez son más las iniciativas que demandan que sus inversiones incluyan en un mismo paquete la explotación hotelera y la agroalimentaria, combinándose las dos para ofrecer un producto turístico totalmente diferenciado y exclusivo.”
Hoy en día, añade, “podemos encontrar a precio realmente interesante, un auténtico cortijo tradicional andaluz ubicado en una finca de 4 hectáreas, con 300 olivos en producción. La vivienda está restaurada respetando el estilo rústico original y consta de una superficie total construida de 1.586 m2 y una superficie de 750 m2 construidos, incluyendo 12 dormitorios, un antiguo molino de aceite, un horno de ladrillo refractario, cuadras, desvanes, etc.”.
El oleoturismo, en Andalucía está ganando terreno una experiencia didáctica y lúdica a partes iguales consistentes en rutas y actividades relacionadas con el aceite. Impulsadas muchas veces por las propias instituciones -para promocionar uno de los productos estrella de la región- como por las asociaciones de productores y almazaras individuales, estas iniciativas siguen un camino que recuerda poderosamente al enoturismo (turismo del vino). Catas, demostraciones, divulgación de la historia del sector un nuevo filón para las empresas turísticas.