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Con el objetivo de actuar “plenamente” contra la expansión de la bacteria Xylella fastidiosa en Italia, la Comisión Europea ha remitido una misiva a las autoridades italianas en la que se pide que obliguen a arrancar todos los olivos enfermos o sospechosos de estarlo y a aislar todas las zonas infectadas. Además, se ha informado también de los últimos cambios en la normativa europea, entre los que se incluye una ampliación de las áreas de contención alrededor de las zonas infectadas.
De este modo, Bruselas exige implementar en su totalidad la decisión 2015/789 de la Unión Europea, mediante la que obliga a tomar “todas las medidas necesarias” ante las sospechas de que un árbol ha sido infectado, entre las que se incluye también la de informar al propietario del cultivo sobre las consecuencias y medidas que debe tomar.
Con esas medidas, la Comisión espera que la bacteria no continúe con su avance en Italia, así como que se impida su llegada a otras zonas comunitarias. Las autoridades italianas tienen ahora un mes para responder a Bruselas. Desde que esta bacteria apareció en Italia en el año 2013 se han destruido miles de olivos, concretamente en la zona de Apulia, donde destruyó miles de ejemplares, y a lo largo de 2015 ha aparecido en cultivos en Córcega (Francia) y en la Costa Azul francesa, lo que ha llevado a las autoridades europeas a intensificar los controles.
La Xylella fastidiosa es una de las bacterias más peligrosas a nivel mundial para las plantas, pues tiene un fuerte impacto económico sobre la agricultura. Ataca principalmente olivos, que muestran hojas abrasadas, ramas desecadas y síntomas de rápido deterioro que en los casos más graves llevan a la muerte del árbol.