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El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) ha publicado esta semana el decreto que regula la venta directa de determinados productos agroalimentarios del productor al consumidor, sin intermediarios, entre los que se encuentra la aceituna de mesa, tal y como publicábamos el pasado 19 de octubre.
COAG-Andalucía se felicita por el trabajo que “facilita que los miles de productores que ya realizaban esta actividad, con un marcado componente social, tengan un marco legal que los regule y proteja, y se consigue que tanto los agricultores y ganaderos como los consumidores disfruten de mayor seguridad”, aseguran.
Así, la organización agraria andaluza lleva años trabajando para que se potencien los diferentes modelos de comercialización, mediante circuitos cortos que permiten potenciar los vínculos entre la producción y el consumo, evitando los intermediarios y la consiguiente pérdida del valor añadido, contribuyendo así a incrementar los ajustados beneficios de las explotaciones agrarias y a la sostenibilidad medioambiental y social.
Además, con la venta directa se facilita que el consumidor tenga acceso a un alimento fresco, en su momento óptimo de maduración y de la máxima calidad, que a veces no encuentra en otros canales de distribución, conociendo perfectamente su origen y quién y cómo lo produce.
En este contexto surge OLIVITECH, con el objetivo de desarrollar un sistema de alerta que combine datos del olivo con la presencia de patógenos, la sintomatología, y la meteorología de cada parcela. Un consorcio multidisciplinar para un enfoque integralPara llevar a cabo esta iniciativa, se ha creado un equipo multidisciplinar coordinado por la Fundación Empresa Universidad Gallega (FEUGA), en el que participan Monet Tecnología e Innovación S.L., Aceites Abril S.L., Oleand Manzanilla Olive S.Coop.And, Deoleo Global, el Grupo de Investigación en Sistemas Agroambientais (GISA) de la Universidad de Vigo, y el Grupo de Investigación Botánica Sistemática y Aplicada de la Universidad de Córdoba.Fases del proyectoLa primera fase del proyecto se centrará en la validación de técnicas de recogida de datos automáticos y la toma de datos sobre la sensibilidad del olivo, la concentración de esporas, la sintomatología de las enfermedades, y la meteorología.