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Así lo han afirmado varios expertos que han participado en la jornada de presentación del proyecto europeo POnTE que tenía lugar ayer, 14 de diciembre, en Madrid. De este modo, solicitan extremar las medidas de prevención y de respuesta rápida donde se detecte. En esta sesión, bajo el título “Plagas amenazando Europa”, se mostraron los últimos avances en la lucha contra dicha bacteria, que afectan entre otros, al cultivo del olivar.
Este proyecto está financiado por la Comisión Europea a través del programa Horizonte 2020 liderado por el Consiglio Nazionale delle Ricerche italinao, y en él participan 25 entidades con el objetivo de minimizar el riesgo de introducción e impacto de las plagas emergentes que amenazan a la agricultura y los bosques de la Unión Europea. Y la Xylella fastidiosa es una de las plagas en las que se centra.
Durante esta sesión, el coordinador del proyecto POnTE, Donato Boscia, hacía hincapié en la agresividad de esta bacteria, que se ha difundido por un área amplia que incluye al continente americano o Taiwán y, más recientemente, en Italia y otros puntos de Europa.
El subdirector general de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal, José María Cobos, explicaba que España cuenta desde 2015 con un plan de contingencia para la Xylella fastidiosa, que atiende a una decisión de la UE de obligado cumplimiento, en el que están integrados laboratorios, expertos y Comunidades Autónomas, e incluye un programa de prospecciones y otro de erradicación, de modo que si aparece la bacteria, se pueda actuar con rapidez y eficacia y aplicar medidas de erradicación.
Por su parte, Blanca B. Landa, experta en Xylella fastidiosa y miembro del Instituto de Agricultura Sostenible-CSIC, ha señalado que la situación de esta bacteria en Mallorca, donde se encontraba un foco recientemente, está controlada. Sin embargo, en el olivar italiano no está controlada ya que no ha dejado de extenderse desde 2013. Y esto se ha debido a que no se aplicaron las medidas adecuadas de erradicación, frenadas por su Fiscalía, y se arrancaron pocos árboles. Además, según Landa, la enfermedad continúa su expansión hacia Brindisi y Tarento, y tampoco está controlada en Córcega (Francia).
De este modo, hizo hincapié en la importancia de utilizar métodos como aviones no tripulados dotados con cámaras térmicas y los protocolos de detección molecular para detectar los problemas lo antes posible. Ya que, según remarcó, su presencia supone una amenaza para olivar y muchos otros cultivos de interés para España, como vid, almendro, cítricos, cerezos y plantas ornamentales.