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La Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili, de Tarragona, ha demostrado que el consumo habitual de aceite de oliva virgen, especialmente de aceite de oliva virgen extra, disminuye en un 51% el riesgo de tener una fractura osteoporótica. Según señalan desde la propia Universidad, estos resultados evidencian, por primera vez, el papel beneficioso del consumo regular de aceite de oliva para la protección de los huesos.
Los investigadores que han liderado el estudio, Mónica Bulló y Jordi Salas-Salvadó, de la Unidad de Nutrición Humana de la URV y de la Red CIBERobn española -ambos miembros del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili-, atribuyen estos beneficios “al conjunto de sustancias que componen el aceite de oliva virgen, desde la grasa hasta los polifenoles y otros componentes, por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias”.
Este estudio, publicado en la revista Clinical Nutrition, se ha realizado en un total de 870 personas de entre 55 y 80 años que tienen un elevado riesgo de enfermedad cardiovascular. Estas personas han sido reclutadas a nivel ambulatorio por médicos del Instituto Catalán de la Salud de las comarcas de Tarragona, que participaron en el estudio Predimed (Prevención con dieta mediterránea).
Después de casi nueve años de seguimiento de promedio, los investigadores han comprobado que aquellas personas que han consumido más aceite de oliva virgen extra, equivalente a 4-5 cucharadas soperas al día, presentan un menor riesgo de sufrir este tipo de fracturas, independientemente de otros factores de riesgo.