Revista
El elevado precio alcanzado por el aceite de oliva, cuya media está entorno de los 3,70 euros por kilo, unido a una cosecha media, hará que los agricultores de las almazaras industriales tengan unos ingresos superiores a los 1.500 millones de euros, según Infaoliva, que recuerda que tenemos que remontarnos al verano del 2015 o a la campaña 2005/2006 para ver unos precios tan altos percibidos por los agricultores que molturan en almazaras industriales de España, pero con la diferencia que este año ha habido cosecha.
Infaoliva indica que “estamos acostumbrados a que las subidas de precios sean producidas por una disminución en nuestras producciones pero en la campaña 2016/2017 se ha producido una situación de falta de oferta a nivel internacional que han creado el estado casi perfecto para nuestros cosecheros, producción a precios altos. Una producción, en nuestras almazaras industriales, a nivel nacional de 425.000 toneladas de aceite, de las que hasta la fecha la venta de los agricultores ha sido de 349.000 toneladas, quedando aun sin vender/liquidar 76.000 toneladas, algo menos del 20% del aceite producido”.
Infaoliva Nacional considera que ha sido un bueno año para el agricultor, si bien matiza que estos precios solo hacen que, dentro de la cadena de valor del aceite de oliva, los agricultores obtengan rentabilidad, “algo a lo que por desgracia no estábamos acostumbrados después de años muy por debajo de esos límites”.
Para evitar estas situaciones, indica, se está trabajando con el Ministerio de Agricultura para lograr una gestión de los excedentes que eviten estos dientes de sierra en los precios y en la productividad y rentabilidad de nuestros proveedores.
Y analizando los datos netos de la Agencia de Información y Control Alimentario se observa cómo el aceite va saliendo de las almazaras industriales de forma escalonada, lo cual implica que no haya tensiones de mercado y que éste sea fluido. “Podemos hablar de un enlace corto pero suficiente pero todo dependerá de la evolución de la próxima cosecha tan necesitada de agua después de un largo tiempo sin precipitaciones”, concluye Infaoliva.