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La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, presidía ayer, 4 de octubre, en la sede del Ministerio, la entrega de la XXIX edición de los Premios Alimentos de España, en la que se hacía entrega, entre otros galardones, los premios a los mejores AOVEs de la campaña 2016/2017.
La firma Venchipa, de Ácula (Granada) ha recibido el galardón en la modalidad “Frutado verde amargo” y ha obtenido también el “Premio Especial Alimentos de España”. Se trata de una empresa familiar ubicada en Ácula, Granada. El olivar ha sido recolectado durante generaciones por la familia García Casas y se encuentra en las faldas de Sierra Nevada. Cuentan con 200 hectáreas de olivar de las variedades Arbequina, Picual y Hojiblanca, todas dentro de producción integrada y localizadas alrededor de la almazara. La totalidad del olivar tiene riego por goteo subterráneo, evitando así hasta un 30% de evaporación. El agua para el riego es bombeada mediante energía solar.
La sostenibilidad medioambiental y el enriquecimiento de la tierra son valores fundamentales en la empresa, por ello participan en el proyecto Olivares Vivos que fomenta la biodiversidad de fauna y flora autóctona en los cultivos.
Por su parte, Almazaras de la Subbética, de Carabuey (Córdoba) ha recibido el premio en la modalidad “Frutado verde dulce”. Enclavada dentro del Parque Natural de las Sierras Subbéticas y amparada por la DOP Priego de Córdoba, Almazaras de la Subbética es un ejemplo de cooperativa agroalimentaria andaluza que ha sabido evolucionar, modernizarse y adaptarse a las necesidades de un mercado mundial cada vez más competitivo.
Creada en julio de 2007, procede de la fusión de dos cooperativas con más de 60 años de experiencia. Cerca de 4.000 familias viven por y para el olivar, un olivar tradicional de montaña, heredado de generación en generación, que ha sabido adaptarse a las nuevas técnicas de cultivo. Su apuesta decidida por la calidad, el respeto por el medio ambiente y un alto componente de responsabilidad social corporativa, son los ejes fundamentales de su día a día. Sus instalaciones están dotadas de maquinaria con la última tecnología, lo que les permite llevar a cabo el mejor manejo posible de la aceituna en todas las fases de elaboración.
Asimismo, también se ha concedido este galardón en la modalidad “Frutado maduro”, a Hacienda Queiles, de Tudela (Navarra). Se trata de una empresa navarra situada en el Valle del Queiles, entre las nieves del Moncayo y el árido desierto de la Reserva de la Biosfera de Bardenas. Esta tierra de temperaturas extremas, suelos pedregosos y poca capacidad de retención, ha dado una peculiar y diferenciada personalidad a sus zumos de aceituna.Con una superficie de 65 Ha, su plantación cuenta con 20.000 olivos de la variedad Arbequina principalmente, y de la variedad Arroniz, autóctona de Navarra. Con una producción de 500.000 kg de aceituna, obtienen 52.500 litros de Aceite de Oliva Virgen Extra de alta calidad. Únicamente producen AOVE desde el principio de su actividad, con una acidez de 0´1 º.
Todas las prácticas agrícolas tienen suma importancia en esta empresa, en particular el riego. Está controlado por una estación que les permite conocer en tiempo real las necesidades del olivar respecto a humedad del suelo, humectación de la hoja, dendrometría del tronco, velocidad y dirección del viento, temperaturas y precipitaciones.