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Antes de comenzar con la segunda edición del Club de Cata “Olivar y Aceite”, el Centro de Interpretación ha querido sorprender a los asistentes al club del año pasado con una original propuesta, una cata de cafés. Y como tienen costumbre, con un maridaje para poner punto y final a la sesión, pero de dulces, elaborados como no podía ser de otra forma con aceite de oliva virgen extra.
Conviene recordar que el Club de Cata “Olivar y Aceite” es una iniciativa novedosa impulsada por nuestra entidad junto con uno de sus socios, Iada Ingenieros, cuyo objetivo es ser un espacio de encuentro para profesionales, productores y amantes del AOVE, para profundizar en sus conocimientos. Se trata de una actividad pionera en el mundo del aceite de oliva virgen extra tanto en la provincia de Jaén como en Andalucía, y supone un paso más en la línea de trabajo que desde el Centro se ha marcado en el trabajo de divulgación y extensión del conocimiento de la cultura del aceite de oliva virgen extra. Un club con sesiones mensuales que cuenta con la presencia de los mejores profesionales del sector.
Alfonso Copado, en nombre de la empresa Cafento, que además es asesor barista de la Escuela de Córdoba, fue el encargado de conducir la cata de cafés, presentando tres variedades de esta bebida de culto en la sociedad actual. Concretamente los asistentes cataron un café arábico, meridiano supra y un óptima de capuchino. El objetivo de la cata es dar a conocer los productos a este sector y a la entidad realizando una cata por expreso, como aclaró Copado, la más cotidiana que se encuentra en el mercado.
En cuanto a las características de los cafés catados, indicó Copado que “el guarimba, al ser un café arábico proporciona acidez y retrogusto agradable en el paladar, con matices floreces y a cítricos. Mientras que el meridiano supra, al llevar un mínimo porcentaje de arábico y más robusta, tiene más cuerpo y más amargor, con matices astringentes en paladar y por último el optima es un 50% de torrefacto y 50% robusta con mínimo porcentaje de arábico, por lo que reseca el paladar, un café que se sigue utilizando en hostelería, siendo una bebida solicitada por personas de edad, pues le recuerda el café de puchero, de cuando eran pequeños”.
Ya en el apartado de maridaje, la responsable de Pastelería Vandelvira, Almudena Molina, elaboró un Crumblé de manzana con aceite de oliva de la variedad picual, para la receta se tostaron almendras en el horno, se realizó una masa crujiente como base del bizcocho. Además se elaboró una mousse muy suave, con un AOVE de la variedad arbequina. Para la decoración Almudena realizó un macarrón de canela relleno con un ganache de aceite de oliva con picual.