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La primera quincena del mes de Julio se ha acentuado todavía más la senda bajista en la mayoría de los aceites vegetales, soportado principalmente por las tensiones EEUU-China y el retroceso en el precio del petróleo, según indica Lipsa.
Los datos de producción de palma suponen un descenso de 12.63% mientras que Reuters, Bloomberg y CIMB daban un rango de bajada entre 11-13%. Las exportaciones fueron más negativas de lo esperado, ya que el porcentaje estimado indicaba un descenso del -10%. Por tanto los stocks finales han cerrado en positivo en contra de los que se esperaba (caída del 1-2%), situándose por encima de los 2´18 millones en stock.
El girasol, a pesar de las últimas noticias que nos llegan desde Ucrania y Rusia a causa de la sequía, se espera una cosecha abundante de pipa de girasol en la nueva campaña. Igualmente la cosecha en Argentina para la próxima campaña va a mejorar notablemente como consecuencia del aumento del área de plantación en 150.000 hectáreas, principalmente en la zona norte del país. Para la campaña 2018/2019 se espera record de producción de aceite y se cree que puede batir en unas 200.000 toneladas la producción de hace dos años, que sustenta el record de producción en una campaña hasta la fecha. El descenso de los precios a futuro se debe a que la previsión de que la oferta supere a la demanda en la nueva campaña.
En el caso del girasol alto oleico, todo hace indicar que la cosecha será también abundante para el próximo año y por tanto las opciones de disminución de prima aumentarían considerablemente.
Para la colza, se realiza una revisión a la baja de la producción para la campaña 2018/2019 en Europa. Destacan los rendimientos peores de lo esperado en Francia, Alemania y Rumania.Las condiciones climatológicas no están favoreciendo el correcto desarrollo en las últimas semanas.
Asimismo, el déficit de habas de soja en China debido a la guerra comercial con Estados Unidos aumenta las posibilidades de crecimiento en la demanda de aceite de colza por parte de China. En cuanto al precio, se mantiene bastante estable a pesar de la caída generalizada de la mayoría de los aceites vegetales, que se ha visto afectada el reciente incremento en los precios de los aceites minerales crudos provocado por un aumento en la demanda del RME - éster de metilo - para biodiésel, con el consecuente aumento de precio.