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Compost Oleoestepa, es el nombre comercial del nuevo productor fertilizante inscrito por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el Registro de Productos Fertilizantes. Dicho producto es el resultado del proyecto de investigación puesto en marcha en el 2015 por el departamento de I+D+i de Oleoestepa con el que se busca valorizar el alperujo como compost orgánico. Este hecho supone un reconocimiento legal del compost, al amparo del R.D. 506/2013, de 28 de junio, como un fertilizante autorizado indicado para Agricultura Ecológica pues ha obtenido la mayor calificación posible en calidad (Tipo A).
Para poder llevar a cabo el proyecto Oleoestepa construyó una planta piloto de compostaje de alperujo y restos de biomasa del olivar con una capacidad para procesar 1.000 toneladas de alperujo. Durante estos años, en dicha planta se han estado llevando a cabo diferentes ensayos piloto de compostaje para determinar la receta, el manejo y la rentabilidad económica óptima de este proceso de trasformación de un subproducto de la industria oleícola en abono natural orgánico para el propio olivar u otros cultivos ecológicos.
El propósito último de este proyecto es hallar una nueva alternativa viable al destino tradicional del alperujo, bien a la extracción del aceite de orujo crudo, bien a la cogeneración energética de dudosa rentabilidad debido a los continuos recortes de las primas económicas que se recibe por la generación y venta de electricidad, así como a la tendencia al alza de los precios de los abonos de síntesis, muy dependientes del precio del petróleo. La fertilización con compost de alperujo podría complementar, y en algunos casos llegar a sustituir a los abonos de síntesis y optimizar la rentabilidad de las explotaciones a medio plazo.
Por tanto, se trata de un proyecto con una importante relevancia económica y medioambiental que, en palabras de Álvaro Olavarría, director gerente de Oleoestepa, “reafirma el compromiso de la sociedad cooperativa con la conservación del entorno y se suma de esta manera a las técnicas de producción sostenible que se aplican en el 100% de los olivares de nuestros socios”. Además, Olavarría apunta que “la autogestión de este subproducto abriría la puerta a una nueva actividad económica para Oleoestepa, generando mayor rentabilidad para el socio, nuevos puestos de trabajo y riqueza para la comarca. Esperamos que en muy poco tiempo todas nuestras almazaras cuenten con su propia planta de compost”.