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El olivar jienense de Torredelcampo ha teñido sus hileras de morado. El lavandín, un híbrido entre la lavanda y el espliego de olor intenso, ha inundado el terreno de esta localidad como parte del proyecto Diverfarming, una iniciativa por el programa H2020 de la Comisión Europea para la diversificación de cultivos.
La estrategia, en el sector del olivar, es la de poblar las calles sin cultivar que separan los olivos, y traducir los beneficios sobre el terreno en beneficios económicos. El lavandín ha sido el cultivo escogido por el grupo de investigación del proyecto, debido, entre otras cosas, a su incidencia en la disminución de de la erosión del suelo. Además, sus cualidades aromáticas atraen la fauna auxiliar, un factor positivo en un contexto en el que peligra la salud de nuestra biodiversidad.
El proyecto ha sido analizado por un equipo de expertos de la Universidad de Córdoba, junto con técnicos de UPA, Asaja, Cooperativas Agroalimentarias, Ifapa y Cooperativa San Roque de Arjonilla. Beatriz Lozano y Luis Parras, profesores de la UCO, lideran la investigación, centrada medir los efectos de la diversificación de cuestiones de erosión y productividad junto con el impacto medioambiental y la emisión de gases invernaderos.
Diverfarming es un proyecto financiado por el Programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea, dentro del reto de “Seguridad alimentaria, agricultura y silvicultura sostenibles, investigación marina, marítima y de aguas interiores y bioeconomía” en el que participan universidades y centros de investigación de toda Europa en conjunción Asaja y otras empresas y organizaciones agrarias.